Quiebracanto forja sus raíces al interior de la connotada agrupación Quelentaro en el período posterior al golpe de estado de 1973, lo cual es recordado de la siguiente manera por uno de sus integrantes, el músico osornino Antolín Guzmán Valenzuela: "sucede que a fines de los años 70 fuimos conformando un maravilloso entorno al alero de Gastón Guzmán, integrante de Quelentaro".
Ello debido a que al producirse el pronunciamiento militar, y a menos de tres años, Quelentaro se transforma en "Quiebracanto", en Argentina, país que al poco tiempo sufre en carne propia el mismo síndrome gubernamental. A partir de ese momento "el trabajo de canto pasa a tener múltiples escenarios, la mayoría en forma clandestina. Pero había que mantenerlo, el hecho de estas situaciones no podía clausurar la vena artística".
Para contrarrestar la delicada situación se sumaron manos y voces primeramente en Santiago y luego en Valdivia y Osorno, principalmente. Los primeros en aparecer son Pedro y René Valencia, de Santiago, quienes conforman el dúo Contracanto. A ellos se suman los también santiaguinos César Lucero -ya fallecido- , los hermanos Álvaro y Ernesto Cortez, Jorge Juré, Pepe Norambuena, Jaime Davagnino y César Palacios; el temuquense Ernesto "Pingo" González y el osornino Antolín Guzmán. Más tarde, y a la fecha, se sumaron Carlos González, Iván Fernández y Silvana Guzmán, de Osorno; Allan Hernández, Alex Hernández y Carlos Arriagada, de Valdivia.
Desde 2003 el grupo mantiene una especie de formación a la cual Quelentaro da su aprobación, tanto en el uso del nombre "Quiebracanto" como en los integrantes. Se diría que este entorno musical tiene una docena de músicos repartidos por todo el país. La gente que opera en la zona sur hace uso de las últimas personas nombradas, sin embargo en la realización de la cumbre anual de la macroagrupación se encuentra la totalidad de los componentes, a excepción de César Palacios, quien reside en Estados Unidos.
Según lo sostenido por Antolín Guzmán, "no tenemos ningún secreto musical, simplemente somos difusores del sonido de Quelentaro. No hay otra pretensión, aunque sí nos gustaría irle sumando poesía, música y actitud a lo que iniciaron los originales en 1960, en la central Rapel"
Guzmán escribió la biografía de Quelentaro, publicada en 2004.
"Todos coincidimos que el canto nuestro es de textos mixturados, es decir tomamos los elementos poéticos de los grandes clásicos, de la voz de la calle y del hombre analfabeto que desborda poesía por no conocer las palabras escritas", señala Antolín.
Por respeto a los creadores del estilo, Quiebracanto no ha grabado oficialmente, aunque sí lo ha hecho en ensayos y teatros; "queremos hacer un trabajo novedoso que nos deje conforme. Esperamos tocar todos juntos en la celebración de los cincuenta años de Quelentaro en 2010", finaliza enfatizando nuestro entrevistado, visiblemente emocionado.
Los invito a leer en la próxima edición el ABC Cultural realizado a Antolín Guzmán, con lo cual cerraremos la presente nota en extenso.