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Ser empresa no sólo significa generar dinero; también hay que involucrarse con quienes la integran y la rodean, y así es como lo ve Manuel Rozas, fundador de Kura Biotech, y uno de los más recientes miembros de Un Nuevo Equilibrio.  “Hay que actualizar y refrescar esa relación que existe entre la comunidad, el país y las empresas”, afirma. 

“Me gusta el concepto, lo que se está buscando hacer. Eso de darle una vuelta de tuerca a lo que es ser empresa, empresario, emprendedor, en la nueva etapa a la que estamos entrando como país”, dice Manuel Rozas cuando explica por qué quiso ser parte de Un Nuevo Equilibrio (UNE), agrupación de empresarios que nació después del plebiscito de octubre pasado.  

Rozas es fundador y director científico de la empresa de biotecnología Kura Biotech, con presencia en Chile y Estados Unidos, y para él es fundamental “actualizar y refrescar esa relación que existe entre la comunidad, el país y las empresas”. Pensamiento que va en la misma línea de UNE, la agrupación que nació tras el plebiscito de octubre pasado y que reúne a emprendedores y empresarios de todo Chile en la búsqueda de mejores prácticas al interior de las compañías y con su entorno.

Es por eso que este biólogo está en la constante búsqueda de impactar positivamente desde su rol como empresario, y hacia distintas direcciones, como la sustentabilidad, la educación y la salud, entre otras. “Los kurianos -así nos llamamos en nuestra labor social- tenemos un programa que es de apoyo a la comunidad, un porcentaje de las ventas se van a apoyar proyectos relacionados con la comunidad. Normalmente son sustentabilidad, infancia y educación, pero también durante la pandemia hemos sacado una nueva vertical”, comenta.

Es así como en julio del año pasado, el equipo de genética de Kura puso toda su capacidad y experiencia en investigación, desarrollo y producción, en elaborar un kit de examen rápido de Covid-19. Como compañía se propusieron aportar en el combate contra el coronavirus, y así crearon Avenire Resist -con tecnología RT- Lamp- capaz de escanear hasta 200 personas al día.

“Eso lo hicimos para que las empresas pudieran seguir funcionando, pero también lo hicimos en colegios, hogares de ancianos y organizaciones sin fines de lucro que nos lo pidieron. Hemos querido ser partícipes de proteger a las comunidades contra el virus”, dice Rozas.  

Pero más allá de la contingencia y la pandemia, Rozas y su equipo están dando todo el año apoyando distintas fundaciones, y una de ellas es Fundación Niños Primero, que beneficia a niños y niñas que viven contextos vulnerables con programas de educación temprana. Con ellos el trabajo fue desde el primer minuto, ya que Kura los acompañó en su llegada a Puerto Varas, donde están sus oficinas, y el aporte no solo ha sido monetario, y así lo explica el empresario: “entregamos un apoyo monetario, sí, pero también un apoyo en tiempo. Como somos muchos científicos en la empresa, aprovechamos para dar charlas a colegios, y traemos niños a nuestros laboratorios para que se acerquen a la ciencia y estén entre sus posibilidades de desarrollo a futuro. No es sólo plata; la gente de la empresa también se involucra en los proyectos, y así ya llevamos siete años”.

Paralelamente, también han ayudado a la Fundación Legado, que colabora con la sustentabilidad de la zona de Llanquihue del Río Maullín.

Kura hoy es parte de UNE -que busca una nueva relación de las empresas con la sociedad- y para Rozas todo va en la misma línea, porque “estamos convencidos de que las empresas son parte de las comunidades. Existen gracias al país, a las comunidades, y a su vez, también las comunidades necesitan a las empresas para solucionar problemas e ir mejorando. Esa es la convicción que nos hace ser partícipes de donde estamos insertos, y ser activos a través de estos proyectos”.