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Hay momentos en la vida que la clasificamos en estadísticas, según la cantidad de primaveras que hemos vivido, pero también la cantidad de mundiales de fútbol que nos ha tocado presenciar o también la cantidad de años, como se hace normalmente.

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A veces me veo hilando más fino, desglosando mi existencia física en acontecimientos tan grandes y pequeños como la cantidad de veces que me he quemado con agua caliente al servir el té o al echarle un palo de leña a la cocina, o las veces que me ha picado una abeja, o las veces que me he cruzado con algún famoso o famosa, o cuántas desilusiones amorosas o cuántos aciertos o cuántas veces he botado una basura al suelo o cuántas otras he recogido y limpiado, o cuántas veces he donado sangre o cuántas otras me ha sangrado la nariz, o cuántas veces me he pegado en el dedo chico del pie, o cuántos terremotos he vivido, tusunamis y marepotos.

Cuántas veces perdoné o cuántas juzgué, cuántas veces lloré o cuántas otras me alegré, cuántas veces he mentido, o cuántas veces he sido amable, o antipático o pedante, grosero, solidario, borracho o lúcido, cuántas veces he ido de urgencia al hospital público o a una clínica, o en cuántos colegios o escuelas estuve o cuántas veces copié o cuántas veces estudié, o cuántas cosas construí o cuántas otras destruí, cuántas veces me equivoqué, cuántas veces me perdí, cuántas veces herí o cuántas veces sané, cuántas veces soñé o cuántas veces desperté, creo que me estoy poniendo un poco Arjona en este momento así que dejaré el listado hasta aquí.

En realidad me falta un punto... en mis hoy treinta y ocho primaveras, diez mundiales de fútbol, el palo de Pinilla, los trenes de mi país perdidos en los andenes de una sola familia, un terrremoto 8.8, vivir en dos siglos y dos milenios, entre todo esto me viene a marcar esta etapa de mai laif, uno de los hitos más importantes. Estoy por vivir “DOS PLEBISCITOS”, el primero a mis seis primaveras y dos mundiales de fútbol, y el segundo este domingo, hoy donde la política y los políticos están más desprestigiados que nunca y donde el poder se ha comenzado a transferir a la ciudadanía. Cuestión que jamás pensaba iba a suceder tan pronto, algo que estaba en contra de toda estadística y encuestas, la CADEM, entre otras.

Era algo impensado, pero el punto es que, está sucediendo, y en medio de una pandemia, Chile está sacudiéndose. En la de mis seis añitos, era Sí o No, hoy es Apruebo o Rechazo. Antes como era un niño, algo asustado y observador, anduve en una caravana celebrando ese cinco de octubre de 1988. Hoy a mis treinta ocho primaveras en el 2020, ya no soy un niño y espero ser más que un espectador de esta nueva caravana. Sumando así, a mí estadística de vida este veinticinco de octubre la primavera más colorida, floreada y alegre para todas y todos.