orellana_20200713.jpg [10]

Alexis Sánchez, terremotos y Pinochet son los tópicos que más se repiten entre los extranjeros cuando digo que soy Chilena, explicar el clima, nuestros modismos y el porqué de las movilizaciones, que me hacen sentir más cerca de mi país ¿Pero qué es ser Chilena para mí? Quizás es una pregunta que nunca me he hecho.

Salí de Chile hace un año y medio, no es un gran tiempo si lo pensamos numéricamente pero en estos meses Chile despertó, se encuarentenó y cambió desde tantos extremos, tan lejos de mí, o quizás yo tan lejos de él, a veces pienso en qué me pasará cuando vuelva a ese nuevo Chile, a esas calles que ya no son mías y no están como las dejé.

Una vez un inglés me dijo que no parecía chilena me enojé ¿Cómo es o no es un Chileno? Para mi ser chilena, es ser de risa fácil, ser alegre aunque estés triste, ponerle un nombre chistoso a todo, ser perseverante y trabajador porque ser de este angosto país es saber que nada es fácil y que tienes que estar preparado para todo, literal.

Ser chilena es estudiar con crédito bancario y trabajar para pagarlo, tenerle miedo a ser viejo y que no te alcance para vivir, que las AFP se lleven todos esos momentos que tuviste que trabajar aun cuando no querías. Que tus mismos políticos se llenen los bolsillos sin vergüenza y que los campamentos tristemente no sean sinónimo de turismo, sino de ser de una nación resiliente, guacha, violada que creció igual que maleza en lugares inhóspitos, Chile es nieve, playa, lago, valle, protesta, desaparecidos, lacrimógena, balín y represión.

Ser chilena es hablar fuerte y rápido, conocer a tus vecinos, olor a empanada y es saber que donde come uno comen dos y que siempre se le puede echar más agua a la olla si alguien lo necesita, que después de una primera conversación ya podemos ser mejores amigos y puedes contar conmigo.

Chile es mi origen y mi familia, el abrazo de mi mamá, el pastel de choclo de mi abuela.

Chile, es mucho más que Alexis Sánchez, Terremotos y Pinochet.