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Para nadie es extraño ver escenas en la televisión o en sus propias ciudades, en las que menores de 18 años causan daños a la propiedad pública y privada, a Carabineros y ,últimamente, a una Ministra. Niños y niñas de menos de 14 años, que asaltan locales comerciales, viviendas, e incluso cometen violaciones. Una vez detenidos, son procesados por los tribunales de la familia o las fiscalías del crimen y se les impone algún tipo de pena.
Ellos son hijos de una modalidad de enseñanza familiar. Las personas nacen buenas y aprenden a portarse mal. La legislación aparentemente no contempla sanciones para sus padres o guardadores, que son los verdaderos responsables de los actos que sus hijos cometen.
Como un ejemplo de legislación, la ley de instrucción básica y Media obligatoria en Chile, sanciona a los padres o guardadores con multas en dinero si sus hijos no están estudiando. Èsta depende de los Juzgados de Policía Local. En Estados Unidos existe un concepto de justicia que a mi me parece correcto y es hacer a los padres responsables por los los delitos o faltas de sus hijos menores. Existen toques de queda para adolescentes y si estos se encuentran en la calle luego de medianoche, los padres pueden ser multados.
En Arkansas tienen otra ley increíble, que establece multar a los padres con hasta 15.000 dólares si alguno de sus hijos es encontrado pintando graffiti. Y con respecto a bajarse música y películas en todo Estados Unidos (ley federal), cabe destacar que los padres de chicos que las descarguen por Internet pueden ser multados por hasta 150 mil dólares.
En resumen, nuestros hijos e hijas son lo que les hemos permitido ser y por tanto, tenemos una responsabilidad directa por los actos buenos o malos que desarrollen en su vida. Música lanzó un jarro de agua a la Ministra, estuvo a punto de ser condenada a varios años en un centro de reclusión y sus padres no tienen ninguna sanción por haber permitido a una menor de edad haber estado en el lugar que estaba. Los adolescentes que lesionaron gravemente a un vecino de Santiago, serán detenidos y procesados y sus padres sólo tendrán la molestia de visitarlo en el lugar donde los mande la justicia.