¿Qué debemos esperar de la 4G en Chile?

08 Marzo 2013

Todos estamos entusiasmados con la llegada de redes de cuarta generación a Chile. Los fabricantes ya comenzaron a traer equipos que pavimentan la adopción temprana de esta tecnología y preparan a una base de clientes que podrá tener acceso a las nuevas redes de forma anticipada.

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La autoridad reguladora en el país hoy en día revisa que el crecimiento y planificación de las redes de los operadores que ofrecerán el servicio aseguren una calidad más que aceptable.

Las pruebas realizadas por los operadores durante el proceso de implementación de la infraestructura han sido exitosas, y les han permitido llegar a velocidades muy cercanas a las teóricas que este nuevo estándar tiene, llegando a 100 Mbps de descarga sin mayor problema.

Por supuesto, las condiciones de esta prueba eran ideales, y por ningún motivo representan los resultados que alguien en situaciones de uso real podría obtener. Pero las pruebas son sólo eso… Pruebas.

Sí, las nuevas velocidades serán buenas — definitivamente mejores que las actuales — pero hay factores de la vida real que degradarán el servicio y podrían crear algún grado de frustración entre los clientes que busquen un nivel de servicio cercano a las teorías y es muy importante que las tengas en cuenta de cara a la masificación de los servicios, lo que se espera para los próximos meses.

La banda que tenemos y la que viene

Chile eligió para la primera licitación de LTE la banda 2.600 MHz, la que resulta ideal para el despliegue de 4G en una primera etapa, pero que presenta un problema por su propia naturaleza. Sucede que 2600 MHz es una frecuencia muy alta, con una onda se dispersa con mayor facilidad ante obstáculos como muros o edificios.

Así, esta banda presenta un problema para los usuarios de servicios indoor, pues su grado de dispersión es tan grande que al interior de una casa, departamento o incluso en una zona de alta densidad de edificios podrían crearse puntos ciegos que obligarán al teléfono a pasar a velocidades 3G.

“El principal desafío de la banda de 2600Mhz radica en que es banda de bajos niveles de penetración en interiores, lo cual podría representar un problema para la masificación de esta tecnología en lugares donde la infraestructura sea muy robusta”, reconoce Martín Arancibia, gerente de Datos y Soluciones Móviles de Claro Chile.

Pasar a 3G no es tan malo tomando en cuenta que ofrecerá una velocidad — al menos — igual a la que actualmente tenemos, pero no queda duda que la experiencia de conexión LTE presentará algunos problemas de consistencia cuando quieras disfrutar del servicio dentro de tu casa, oficina o departamento.

El tema se hace primordial en esta primera etapa, donde las compañías estarán desplegando en ciertos lugares del país su red 4G, lo que podría provocar grandes vacíos y una degradación de la calidad del servicio.

Así las cosas, si pudiéramos visualizar el país y su cobertura LTE, probablemente veríamos un Chile pintado como un dálmata, en que las zonas negras sean las con 4G y las blancas sólo tengan capacidad de funcionar en 3G.

Aquí entra la banda 700 MHz. Sí, esa gran ignorada en el último tiempo y que hoy recién se apresta a ser licitada por los entes reguladores. ¿Es esta banda la que ayudará a que los problemas de dispersión y de cobertura indoor se solucionen? — Probablemente sí. Se trata de una onda mucho más resistente al rebote, que propiciará una mejor calidad de servicio en distintos puntos críticos de la ciudad.

SUBTEL apuesta fuerte por el llamado “Dividendo Digital”. 

“El espectro de 700 MHZ tiene varias aristas, ya que es un espectro altamente atractivo porque se encuentra en una frecuencia baja con un bloque de espectro muy grande, que permite entregar una gran capacidad de ancho de banda en amplias superficies de territorio. Es una muy buena alternativa para desplegar el servicio de internet móvil en el país, abarcando grandes zonas de cobertura. Lo que estamos haciendo como SUBTEL es ver la mejor manera de adjudicar y dividir ese espectro para potenciar las tecnologías móviles”, señaló la entidad a Wayerless.

Manuel Araya, Gerente de Regulación y asuntos corporativos de Entel, asegura que este complemento es necesario a la brevedad. “Tal como lo hemos sostenido siempre, la banda de 700 MHz, es esencial para que los usuarios puedan disfrutar de una óptima experiencia de navegación y movilidad tanto en la calle como al interior de sus casas y oficinas, ya que esta banda tiene su fortaleza en la cobertura en espacios indoor, complementando la banda 2600 MHz ya licitada”, dijo.

Desde Claro coinciden en esta apreciación. “La licitación de 700 MHz se vuelve clave para masificar estos servicios a todos los chilenos, ya que la propagación de la banda de 700 MHz es mejor, y se logra una mayor penetración tanto en zonas rurales como en ciudades, lo que permitirá llegar a más clientes con esta tecnología”, aseguró Arancibia.

Cada operador contará con bloques de 40 MHz de espectro de canalización 20+20, lo que asegura un nivel de eficiencia más que aceptable de cara a lo recomendable de acuerdo a estándares internacionales, aunque los operadores coinciden en que más espectro podría generar mejores resultados.

Paula Figueroa, directora de Marketing de Movistar, asegura que ellos llevan ya un buen tiempo tratando de entender la nueva tecnología y probando para entregar un servicio de calidad. “Desde septiembre pasado estamos desarrollando pruebas de LTE en el país sobre un espectro que teníamos disponible para empezar a entender la tecnología desde el punto de vista del usuario final”, afirmó.

La licitación de la banda 700 MHz se dará mientras todas las compañías ya comienzan a realizar el despliegue de su red LTE en 2600 MHz. Ninguna de las consultadas se restará del proceso de adjudicación.

La velocidad

Hace un rato hablábamos de las pruebas. Las velocidades logradas ahí eran realmente llamativas, ¿no? — 100 Mbps en tu bolsillo…

Nada más lejos de la realidad.

Esas pruebas eran conceptuales — casi de laboratorio — consiguiendo las velocidades teóricas que la red puede alcanzar en condiciones ideales, pero todos deberíamos saber que allá afuera, en la vida real, nunca existen las condiciones ideales.

Lo que deberíamos esperar es lo siguiente. En un primer momento, cuando las primeras redes comiencen a ser explotadas, los early adopters y friendly users que partan usando el servicio tendrán toda la infraestructura para ellos. Serán pocos, y tendrán a disposición un servicio de gran velocidad, pero por ningún motivo a 100 Mbps. ¿25 Mbps, quizás 30 Mbps en ciertos puntos? Eso suena mucho más creíble para los primeros días.

Sin embargo, conforme vaya pasando el tiempo, los usuarios experimentarán un fenómeno similar al que actualmente viven en sus redes 3G: Se poblarán de forma más masiva, y las celdas tendrán que lidiar con pedidos de múltiples usuarios al mismo tiempo. Se acabarán los días de andar solo en la red, y los resultados de velocidad se degradarán un poco. Siendo optimista, quizás unos 25 o 27 Mbps sea la velocidad tope que logres en esos momentos, aunque tu promedio debería andar entre 11 y 14 Mbps cuando el servicio sea masivamente adoptado.

¿Decepcionado? No deberías estarlo. Se trata de velocidades bastante decentes a nivel mundial, y que pondrían a Chile en el Top 10 de velocidad promedio global. El país que promedia más velocidad es Suecia con 22.1 Mbps, seguido por Hong Kong (19.6 Mbps), Dinamarca (19.1 Mbps), Canadá (18.1 Mbps), Australia (17.3 Mbps), Corea del Sur (16.4 Mbps), Alemania (14 Mbps), Estados Unidos (9.6 Mbps), y Japón (7.1 Mbps).

Visto desde ese punto de vista, la expectativa es bastante buena y debería ser suficiente para cumplir con los planes que SUBTEL tiene para el futuro. “Los early adopters van sentir un cambio radical ya que podrán acceder a servicios móviles que necesitan mayores recursos de red como lo es la descarga de archivos, streaming de video y audio, etc. Lo que creemos es que la red 4G va aumentar la competitividad  del sector, haciendo que las compañías ofrezcan planes 4G con servicios de valor agregado de manera de captar una mayor cuota de clientes”,aseguran desde el ente regulador.

La voz va por un lado, los datos por otro

Mientras estamos todos atentos a las velocidades que conseguiremos con nuestros flamantes nuevos dispositivos LTE, poco se ha hablado de la importancia que 3G seguirá teniendo para una de las funciones clave de nuestros teléfonos… La voz.

En esta primera generación de dispositivos que veremos en el país, LTE sólo será usado para conseguir datos rapidísimos, pero las redes de tercera generación seguirán siendo usadas para conectar las llamadas telefónicas que hagamos. Esta no es una limitante propia de Chile, pues recientemente están generándose estándares para propiciar la adopción de Voz sobre LTE (VoLTE), algo que pudimos ver en Mobile World Congress con llamativas pruebas.

Cuando VoLTE sea una realidad, la conversación de voz pasará a ser un paquete de datos más y no usará las antenas de la misma forma en que actualmente las usamos, por lo que tanto la rapidez de conexión de la llamada y la calidad de la misma representará un cambio realmente notorio para el usuario.

El llamado será notificado casi al instante en el teléfono del receptor, mientras que la calidad de la voz será similar a la que encontraríamos en medios digitales de reproducción de sonido. De hecho, es como pasar de un Walkie-Talkie a un CD.

Pero para eso falta tanto la definición del marco que regirá esto a nivel industria, y la creación de chips que integren la tecnología a nivel masivo. Quizás en la segunda mitad de 2014 veamos los primeros dispositivos aptos para soportar VoLTE en Chile.

Cambios necesarios

Acceder a servicios 4G no es algo que pase de un día para otro de forma mágica. No pasará que un día despertarás y tu teléfono estará navegando en 4G LTE de forma automática… Para acceder a eso, cuando sea el momento, hay cambios que el consumidor debe hacer para poder sacar partido a las nuevas redes móviles.

Primero que nada, debes tener un teléfono LTE Ready. Los operadores han comenzado a traer tímidamente nuevos teléfonos aptos para funcionar en las redes LTE que en el país se están desplegando, y esa tendencia se seguirá consolidando en los próximos días. De hecho, en Mobile World Congress vimos múltiples aparatos que engrosarán la oferta de aparatos 4G en gama media y gama alta a precios económicos, lo que ayudará a reducir el tiempo de adopción visto el proceso de masificación en el paso de 2G a 3G… Todo se dará mucho más rápido.

Actualmente encontramos el Nokia Lumia 920 y el Motorola RAZR HD dentro de la oferta móvil LTE en el país, aunque a contar de abril nos veremos inundados de equipos — módems USB, inalámbricos, teléfonos móviles, tablets y otros aparatos — que le sacarán partido al despliegue técnico de las telcos. Se espera la llegada de una versión LTE del Samsung Galaxy S III, el BlackBerry Z10, BlackBerry Q10, Nokia Lumia 820 y del LG Optimus G en un corto plazo.

También existe la opción de importar estos dispositivos comprando en tiendas extranjeras de forma presencial o vía internet. Sólo procura que sea compatible con la banda 2600 MHz y que esté desbloqueado y estarás OK.

Ah, y sólo para dejarlo claro, no está de más reiterar por enésima vez que el iPhone 5 no funcionará con LTE en el país. 

Pero no todo se trata de tener un nuevo dispositivo. Tenemos que ir a comprar una nueva SIM que nos conecte al mundo LTE. Este paso estará resuelto para todo aquel que compre un equipo directamente en los operadores, pero quienes definan comprar un aparato fuera tendrán que acercarse a una oficina de su operador de preferencia a realizar el trámite.

LTE también cambia el paradigma de los planes que actualmente tenemos. Sucede que hasta 3G lo más importante que se vendía era los minutos… En LTE el foco está puesto en el tráfico de datos que tendrás mensualmente, por lo que es esperable que los planes varíen inevitablemente hacia allá.

Consultado sobre el tema, en Claro aseguran que “es un tema que aún está en definición, pero sí sabemos que la tendencia es que los planes tiendan a girar más hacía los datos que hacía los servicios de voz justamente por el rol más protagónico de la tecnología que permite que las personas ahora tengan una experiencia de navegación mucho más rápida de lo que conocemos actualmente”, lo que nos da una pista de sus propias definiciones.

Entel está convencido que no habrá un alza. “La introducción de esta tecnología no generará un aumento en los precios, por el contrario, seguiremos viendo una tendencia a la baja como ha sido año a año”, aseguró la compañía.

Movistar también está de acuerdo con esta mantención de los precios, dejando de manifiesto el consenso que existe entre los operadores. “Los costos no van a subir, estamos adoptando tecnologías a los mismos costos de ahora para las personas”, aseguran desde la compañía de capitales españoles, confirmando que actualmente exploran la opción de cambiar el sistema de oferta desde Megabytes hacia plazos de tiempo o intensidad de uso.

A su vez, desde SUBTEL aseguran que sus expectativas apuntan a un mayor dinamismo del mercado gracias a LTE. “Esperamos que las compañías ofrezcan los servicios 4G con planes accesibles y ofertas competitivas para los usuarios. Hoy las tecnologías móviles en nuestro país siguen creciendo a un ritmo impresionante y por ello creemos que la tecnología 4G va provocar que esa demanda siga creciendo, haciendo el mercado aún más competitivo”.

¿Qué podríamos esperar acá? Bueno, tanto la autoridad regulatoria como los operadores entiende que la mesa está servida para que el modelo de venta de planes cambie y llegue al ofrecimiento de servicios ilimitados, tal como en otros mercados se da. Minutos ilimitados, mensajes ilimitados, datos ilimitados con cuotas de uso justo y velocidades reducidas tras eso. Es algo que podría darse, y vaya que sería bueno.

Todos querían ser Friendly User

No hay una receta mágica para que puedas conseguir los servicios 4G de tu operador a la brevedad. Mientras ellos hacen el despliegue de las redes en Santiago y en regiones, algunas ciudades se irán convirtiendo en polos de prueba en los que algunos usuarios podrán ser los primeros en probar las bondades de LTE.

Sin embargo, eso no es para todos. Se espera que los operadores definan que un número limitado de usuarios tengan acceso a estos servicios, lo que estará basado en criterios arbitrarios según cada compañía. Algunas usarán un criterio geográfico y económico para definir quién podrá acceder a esto, ofreciendo acceso a la red si está en una zona de cobertura y si ha tenido un comportamiento económico intachable en el último tiempo.

Otros elegirán a dedo a sus usuarios… Sí, personajes influyentes, algunos de sus auspiciados, prensa y ejecutivos de la propia compañía se sumarán a las pruebas, manteniéndolas en un círculo cerrado que se irá abriendo conforme se vaya aumentando la capacidad de la red.

Si no eres nada de eso y quieres ser Friendly User, quizás te toque estar atento a posibles convocatorias abiertas que los operadores hagan de manera focalizada. Hace algunos años, cuando comenzaba a desplegarse la red 3G, dos operadores buscaron usuarios dispuestos a probar estos servicios en universidades, ofreciendo un equipo, una SIM con datos y llamados ilimitados.

Los que fueron parte del proceso tuvieron que llenar un formulario de evaluación al final de su experiencia. Esos datos ayudan a los encargados del funcionamiento de la red a perfilarla y mejorar su rendimiento en zonas donde su funcionamiento no es óptimo.

La tarea del Friendly User es algo ingrata… No tienes mucha gente con la que puedas probar estos servicios en conjunto, la red no es totalmente estable y muchos lugares que frecuentas no tendrán disponible soporte para lo que estás probando. Sin embargo, es altamente gratificante si eres de aquellos que gustan de ser los primeros en usar algo.

Promesas repetidas

Hoy en día los operadores afinan su estrategia para subirse al carro de 4G-LTE, y los usuarios comenzarán a entender de mejor manera lo que las redes de cuarta generación representarán para su vida diaria. Existen muchas proyecciones que apuntan a que la llegada de esta nueva tecnología propiciará una generación de productos inteligentes conectados que integrarán nuestro mundo offline a los dominios Online en que actualmente vivimos, y la promesa es que a futuro veamos cómo comienza a encarnarse ante nosotros la llamada “Internet de las cosas”, un concepto que muestra aparatos conectados que trabajan en conjunto para mejorar nuestra vida hasta en el más pequeño e irrelevante detalle.

Esta es una visión bastante común. De hecho, mientras 3G comenzaba a desplegarse, asistíamos a las mismas proyecciones que los fabricantes de redes y de dispositivos trataban de mostrarnos: Un refrigerador que te avisa cuando te falta algo importante para lo que pretendes cocinar, el que está integrado con tu GPS para mostrarte dónde puedes conseguirlo, mientras manejas hacia tu casa preparando la música, las luces y la calefacción para crear el ambiente propicio para una cena romántica. Ni en los Supersónicos vimos tanta maravilla.

Sin embargo, esas promesas no se cumplieron en 3G del todo. Sí, hubo intentos de desarrollar estos elementos, pero lamentablemente nunca se concretaron a nivel masivo por el alto costo que implicaba desarrollar aparatos con estas capacidades. ¿Deberíamos esperar que ahora se cumplan las promesas hechas para la generación anterior? Bueno, es una posibilidad bastante cierta dado que los costos han bajado y la capacidad de las redes ha aumentado bastante como para soportar el tráfico que la masificación de estas conexiones podría provocar.

Algo de esto vimos en CES a comienzos de año. Un primer paso bastante pequeño pero significativo, el que podría consolidarse a contar de 2014 a nivel mundial como una tendencia derivada de la masificación de LTE.

LTE es un gran salto para quienes usan de forma intensiva servicios basados en datos, y una maravillosa oportunidad para profundizar el uso del Smartphone o del Tablet como un dispositivo real de productividad al estar todo el tiempo conectado a redes tanto mejores que las que usamos en el trabajo.

Sin embargo, la limitante la pone el software de los fabricantes. Muchos de ellos han concentrado el uso de LTE para mejorar el consumo de multimedia, ignorando totalmente el potencial que tiene para el uso orientado al trabajo. En una industria que comienza a girar hacia equipos híbridos, la opción de mejorar este aspecto suena casi a obligación de cara a sacarle más partido a dispositivos que hace rato pueden hacer mucho más de lo que hoy en día hacen para convertirse en nuestra conexión a la oficina.

Un país conectado, un consumidor informado

Dejando de lado los aspectos publicitarios con que las compañías nos invadirán ofreciendo servicios 4G dentro de poco, precisemos lo siguiente.

Con LTE en un primer momento, los cambios reales que veremos estarán orientados a experiencia de uso de datos antes que cualquier otra cosa. Lo interesante detrás del cambio de tecnología es la evolución que estas redes tendrán en el mediano plazo, integrando servicios de valor agregado que propiciarán una integración de mayor calidad de esta tecnología en el día a día del usuario común, acercando una serie de prestaciones nuevas que ayudarán a cerrar la brecha de acceso a redes fijas de calidad gracias a conexiones móviles casi tan buenas como las actuales orientadas a hogar.

Pero no es sólo móvil, pues la llegada de LTE también nivela hacia arriba las conexiones fijas, pues su despliegue tiene aparejado el crecimiento de las redes de fibra óptica a nivel nacional, lo que obligará a los operadores a mejorar su infraestructura y permitirá que ofrezcan servicios domiciliarios de mejor calidad en lugares donde usualmente no existía factibilidad técnica. Esto ayudará a integrar digitalmente a gente que actualmente está fuera del país hiperconectado en el que muchos vivimos, y que ve desde lejos esta evolución en la que las grandes ciudades se han involucrado.

Las compañías aseguran que durante el último trimestre habrán desplegado toda la infraestructura necesaria para iluminar a gran parte del país con LTE, y que para esa fecha los servicios ya se habrán lanzado de forma oficial. Dejando de lado las pruebas que puedan hacer los operadores móviles antes de este momento, las compañías tienen hasta marzo del próximo año para terminar de cumplir con la propuesta técnica presentada al momento de la licitación, por lo que cabe la posibilidad que 4G no llegue a tu ciudad hasta ese momento.

El salto de 3G a 4G es importante, y es un hito realmente relevante para las telecomunicaciones nacionales, pero no hay que volverse locos. Es responsabilidad de las compañías y de los usuarios averiguar bien qué clase de beneficios reales tendrán en su vida. Para muchos no será necesario salir corriendo y hacer el gasto para actualizar teléfono y plan para adoptar 4G hasta que exista un real caso de uso en que el cambio ofrezca un beneficio real sobre 3G.

¿Cómo crees que podría impactar tu vida la llegada de LTE? Quizás sea un buen momento para comenzar a pensarlo.