Uso de Biodigestor permite importante ahorro de recursos

En la Sociedad Agrícola y Ganadera El Alma, ubicada en el sector de Crucero, comuna de Purranque, Provincia de Osorno, ya conocían las ventajas que significaba contar con un biodigestor, por lo que era muy importante poder terminar la tercera etapa, consistente en un biodigestor de gran capacidad, lo que se logró gracias al respaldo entregado por SERCOTEC, a  través del Programa de Energías Renovables no convencionales, dirigido al sector silvoagropecuario. 

Resi  Reinecke está hace 6 años cargo de la empresa familiar que administra el predio. De oficio Pastelera, tuvo que dedicarse al campo tras el deceso de sus padres. Hace años la invitaron a conocer el funcionamiento de un biodigestor y “me pareció interesante, por varias razones, entre ellas, por la normativa existente que regula los fluidos tóxicos contaminantes y las napas de agua y la peligrosidad que revisten los pozos purineros abiertos”, expresa. 

Comenzó a instalar uno en su campo, transformando un pozo trinchera que había para hacer un silo al lado de la sala de ordeña, y ese fue el primer biodigestor. “Pensamos inicialmente que se iba a demorar alrededor de 6 meses comenzar a producir gas, pero en un mes ya tuvimos que soltar gas, por lo que hubo que apurar las instalaciones de cañerías para llevar el gas a la sala”. 

Con el primer digestor, que es bastante pequeño, la cuenta de la luz disminuyó en cien mil pesos. Luego construyó la segunda etapa, que consistió en un segundo biodigestor pequeño, hasta que se enteró que había postulaciones  a proyectos para energías renovables no convencionales. “Nos reunimos  en Sercotec Osorno, hicimos los trámites para lo cual me apoyaron bastante y postulamos para hacer la tercera etapa, o tercer biodigestor. Nos ganamos la postulación para terminar  la planta de biogás, o sea el biodigestor más grande, que era el primer pozo purinero que tuvimos. El costo era bastante alto y SERCOTEC nos apoyó con el 50%”. 

Acerca de los beneficios del biodigestor, Resi Reinecke cuenta que lo usan para generar energía calórica. Tienen un gran calefont en la lechería, cuya llama usa como energía el gas que producen. Calentamos 600 litros de agua día a temperatura de 85 a 90 grados con lo que lavamos las instalaciones de la lechería y realizamos el ase del estanque”.

A lo anterior Resi Reinecke destaca que se suma el hecho que “es amigable con el medio ambiente, se vio reducida la proliferación de ratones, la reproducción de moscas, que son molestas para los animales, y ayudamos en el tema sanitario porque hay patógenos que dependiendo de la temperatura de los biodigestores se van muriendo”.

Añade que hay un abaratamiento de costos en insecticidas y otros, los olores se reducen,  no es difícil de hacer y lo más importante, destaca, es que funciona.