Protección de la niñez: Los derechos de la infancia en tiempos de Pandemia

29 Julio 2020

¿Qué pasa con nuestras niñas y niños? Todo lo acontecido este último período, nos muestra que dentro de los derechos fundamentales como ciudadanos de este territorio, algo no anda bien. Sobre todo en un área tan sensible como es el cuidado de la infancia.

Catherine Jara >
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Nos encontramos en un escenario nuevo, inimaginable y ciertamente complejo debido al cambio abrupto en nuestra forma de vivir. Poco a poco se han ido mostrando las verdades ocultas de Chile y así también se han hecho evidentes las desigualdades sociales y la vulnerabilidad que muchos hombres, mujeres, niños, niñas, jóvenes y ancianos viven en nuestro país.

En el año 1990, bajo el Gobierno del presidente Patricio Aylwin, nuestro país se suscribió a la convención sobre los Derechos del Niño. Como bien, sabemos estos derechos nacieron en Europa en 1923 tras la primera Guerra Mundial con el objetivo de poder proteger y cuidar a los niños y niñas de las atrocidades emanadas por aquel inhumano conflicto. Desde ese entonces, diversas organizaciones de carácter internacional han nacido para dar continuidad y hacer que estos derechos se cumplan. Pero ¿ha sido realmente así?

En Chile, durante estos últimos años nos hemos encontrado con escandalosas e incómodas verdades respecto a la violación de los derechos de la infancia, por ejemplo: Caso Sename (2017), los allanamientos a las escuelas en territorio de Wallmapu producto de la presencia del comando Huracán (2017) o el cierre de las Escuelas de Quintero por la contaminación del aire (2019).

Producto de la Pandemia por Covid-19 todas las novedades e informaciones que recibimos diariamente están relacionadas con la crisis sanitaria. Poco o nada sabemos de otras noticias que estén ocurriendo o incluso ¿qué sucede actualmente con los casos antes mencionados?

Debido a la crisis sanitaria los recintos educativos chilenos se encuentran sin funcionamiento presencial, y la modalidad compensatoria propuesta para seguir llevando el proceso educativo ha sido a través de plataformas online o en algunos casos, guías de trabajo impresas que los jardines de infancia, escuelas y liceos generan para sus estudiantes. En este ámbito ha quedado de manifiesto una vez más, las desigualdades de acceso a la educación existentes en nuestro país. Asunto que nos lleva a reflexionar sobre el cumplimiento de los derechos de la infancia.

Otro punto relevante de este ámbito de los derechos, es el Objetivo de la Educación, según la propuesta de la Unicef, que en este sentido señala que: “La educación deberá estar encaminada a desarrollar la personalidad, aptitudes y capacidades mentales y físicas hasta el máximo de sus posibilidades. Debe preparar a los niños y niñas para ser una persona respetuosa y responsable con otras personas, otras culturas y el medio ambiente y para formar parte activa de una sociedad libre, tolerante y pacífica.” Considerando este objetivo adscrito en la Convención de los Derechos del niño y que nuestro país firmó en 1990 nos lleva a pensar ¿Estará la educación tradicional chilena cumpliendo este objetivo? ¿Nuestros niños, niñas y jóvenes estarán despertando todas sus facultades y dones al interior de los jardines, escuelas y liceos? Nosotros como padres, ¿estamos atentos y en conocimiento de cuáles son nuestros deberes como progenitores y adultos responsables? ¿Podemos contar con la ayuda de nuestro Estado para fortalecer y potenciar a nuestros hijos e hijas durante su proceso de crecimiento?

Sabemos que esta pandemia nos tomó por sorpresa y que ha hecho que modifiquemos más de algún hábito o costumbre. También, nos está permitiendo repensar en el mundo que deseamos vivir, redefiniendo nuestros valores y actitudes, soñando con poder entregar a nuestros hijos mejores herramientas y oportunidades a través de una educación que acompañe tanto a padres como a niños, con la intención de transformarlos en ciudadanos libres, fraternos e igualitarios.