Precariedades laborales ensombrecen conmemoración del Día del Trabajador

Precariedades laborales ensombrecen conmemoración del Día del Trabajador

02 Mayo 2015

Rama por rama, los trabajadores denuncian sus precarias condiciones laborales. En cifras, más del cincuenta por ciento de los empleados gana menos de 300 mil pesos mensuales.

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Diversas manifestaciones a nivel país tendrán lugar este 1 de mayo. La conmemoración internacional del Día del Trabajo se da en medio de un contexto de debate por la reforma laboral propuesta por el gobierno. Sin embargo, trabajadores de múltiples sectores han manifestado su disconformidad con las medidas y evidenciado las precariedades laborales a las que se enfrentan.

La llamada Agenda Laboral que el Gobierno ingresó al Parlamento en diciembre del año pasado, ha generado críticas de parte, tanto de los empresarios como de los trabajadores, quienes aspiran a que sus visiones sean representadas a través de las más de 800 indicaciones que se han hecho al proyecto hasta el 14 de abril pasado, fecha límite para presentarlas.

Algunas de las principales críticas desde el mundo del trabajo crítica que el Gobierno insista en mantener los pactos de adaptabilidad, que tiene que ver con la posibilidad de que las empresas puedan reconvertirse, con el argumento de poder adaptarse a la competitividad del mercado, pudiendo establecer distribución irregular de las jornadas de trabajo y de los descansos.

Además, a la definición de los servicios mínimos que una empresa debe mantener en medio de una huelga, la cual se aparta incluso de la que entrega la Organización Internacional del Trabajo, que habla de servicios esenciales.

En el caso de Chile, sigue siendo “impresentable” que el Gobierno pretenda imponer pactos de adaptabilidad, pactos para flexibilizar las jornadas de trabajo y otras, explica Norberto Díaz, vicepresidente de la CUT.

Sin embargo, y pese a las múltiples demandas que han enarbolado los trabajadores, la principal radica en la ausencia de la negociación por rama en el proyecto que define la nueva reforma laboral.

Pero el problema no se agota en las grandes definiciones que debe tomar el Parlamento. En el día a día, miles de trabajadores ven como sus derechos son vulnerados, mientras la ley los desampara y no protege las condiciones de un trabajo digno, tal como se exige en los tratados internacionales que el país ha suscrito.

Derechos laborales y bajos sueldos, las grandes demandas de los trabajadores

Las cifras tampoco mejoran el panorama. Según un estudio elaborado por Fundación Sol, en Chile el 53, 3 por ciento de los trabajadores gana menos de 300 mil pesos líquidos y el 70 por ciento está por debajo de los 426 mil al mes.

Con ello, en ramas de actividad como el Comercio, Construcción, Hotelería, Restaurantes, Pesca, Industria Manufacturera y otros servicios comunitarios y sociales el 70 por ciento de los trabajadores no supera los 400 mil líquidos.

trabajadoresAdemás del sueldo, otra de las grandes críticas que se hacen el mundo de la construcción tiene relación con el no cumplimiento de las jornadas laborales. Pese a que la legislación establece un máximo de 45 horas semanales, los trabajadores denuncian que los empleadores exigen más carga a cambio de mejoras salariales, lo que según los sindicalistas del sector aumenta el riesgo de lesiones producto del cansancio acumulado con el que viven.

Lo que sucede en el comercio es otra muestra de las precarias condiciones laborales que se dan en el país. Para los trabajadores del sector es fundamental regular situaciones como los salarios, las largas jornadas laborales e incluso el incumplimiento de derechos.

Por ello, Manuel Díaz, presidente de la Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio, que busca convertirse en la Central del Retail, explicó que los avances alcanzados como el eliminar que se use el feriado irrenunciable como día libre o el fin de prácticas “terribles” como obligar a trabajadoras cajeras a usar pañales durante su turno, no terminan la “lucha”. Por ello es fundamental que las autoridades decidan avanzar en temas como el reemplazo a huelga y las garantías para el trabajo sindical.

Pero el mundo privado no es el único que mantiene problemas laborales. Desde la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) aseguran que el sistema de pago de honorarios y a contrata son parte de los principales vicios del sistema.

Además de ello, Nury Benítez, vicepresidenta de la entidad, sostuvo que también se debe solucionar el problema previsional que afecta a miles de empleados fiscales, a través de una reforma al sistema de pensiones administrado por el Estado y de carácter solidario.

Las brechas de género son también una realidad en nuestro país. Según datos entregados por Casen 2013, las mujeres ganan en promedio un 26 por ciento menos que los hombres.

Desde Comunidad Mujer, Paula Poblete, directora de la entidad, aseguró que las causas se centran principalmente en que son las mujeres las encargadas del cuidado familiar, situación que desde el empleador es penado con menores salarios; otra de las razones que explicarían el por qué el 80 por ciento de las mujeres empleadas gana menos de 500 mil pesos al mes (Fundación Sol, 2015) es que ellas prefieren mayoritariamente cursar carreras de las ciencias sociales, el cuidado o la educación, las que se pagan peor que las ciencias o matemáticas.

A juicio de la experta, esta decisión no es cien por ciento voluntaria, sino que tiene que ver con la formación que la escuela y las familias les dan a las niñas, alejándolas del mundo de las ciencias exactas.

Pese a todos estos preocupantes datos, en Chile la discriminación opera con fuerza. Son los trabajadores migrantes quienes en su mayoría deben enfrentar las peores prácticas laborales que se basan en el no reconocimiento de la migración como un derecho fundamental.

Tatiana Albuja Secretaria Pro Témpore del Movimiento de Acción Migrante (MAM Chile) afirmó que los vicios comienzan con una ley que obliga a los extranjeros a contar con una visa sujeta a contrato, los condena a la irregularidad si es que no están dos años con el mismo empleador, presión ante la que muchas veces se les ofrece un trabajo precario, horas extras que no se pagan y un sin fin de problemas.

La dirigenta afirmó que, además, hay miedo de los trabajadores a instituciones como la Dirección del Trabajo, por lo que muy rara vez denuncian estos abusos. En ese sentido, Rodolfo Noriega, presidente del Comité de Refugiados Peruanos afirmó que si bien el pueblo de Chile es solidario, hay una fuerte discriminación institucional que limita el acceso de los migrantes a derechos y oportunidades.