Esta semana, la iniciativa de Etiquetado de la Leche fue aprobada por unanimidad,  con 119 votos, tras haber sido largamente analizada en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados

Esencialmente, el proyecto busca establecer un sistema de información detallada y de carácter obligatorio que permita al consumidor decidir, con la mayor transparencia posible, qué tipo de leche quiere adquirir.

"Aquí no se discute la inocuidad de la leche que se comercializa en el mercado, pues la normativa contenida en el Reglamento Sanitario de los Alimentos establece la obligación de someter la leche a procesos térmicos que garanticen un producto apto para el consumo humano", explico el Diputado Javier Hernández, quien presentó el proyecto en 2017.

La iniciativa propone -entre sus disposiciones más importantes- que en los envases o etiquetas se indique la denominación y naturaleza de la leche, lo que alude a las distintas formas de elaboración de esta última, ya sea natural, reconstituida o recombinada.

Además, la normativa también establece la obligación de mencionar la tecnología o tratamiento térmico utilizado para eliminar agentes patógenos en la leche, tales como la pasteurización, el tratamiento a ultra alta temperatura (que es el más aplicado en Chile) o la esterilización, a través de un código QR.

Asimismo, la moción propone que en las etiquetas o envases de la leche aparezca el nombre y bandera del país de ordeño, disposición que, además de garantizar la trazabilidad del producto, tiene por objeto incentivar el consumo de leche chilena, considerando que esta es de la más alta calidad.

De acuerdo a estimaciones realizadas por Fedeleche, al menos un 30% de las lecherías han cerrado y, además, entre el año 1997 y 2017 la cantidad de productores de leche disminuyó significativamente, de 17.500 a 4.500.