En medio de la polémica que ha suscitado el reportaje que reveló las últimas horas de Sebastián Leiva, conocido como "Cangri", uno de los testigos clave decidió entregar su versión de lo ocurrido a todo Chile.

Se trata de Sebastián Cornejo Hermosilla, quien pese a encontrase prófugo de la justicia, se contactó telefónicamente con el matinal Bievenidos, asegurado que fueron asaltados por dos bolivianos, quienes se robaron la camioneta en la que se encontraban, para posteriormente abandonarlos en el desierto.

Cornejo añadió que en el camino de Antofagasta a Calama, Germán Gundian organizó subir a dos bolivianos, donde él se negó en primera instancia. "Cuando yo me niego me dicen que el camino está muy malo y que los bolivianos pueden hacer el camino porque ellos se dedican a eso. Ellos necesitaban reingresar a Bolivia porque no tenían vehículos para llevarse", relató.

El camino que recorrieron fue yendo a El Tatio, por un desvío que es un camino no habilitado, avanzando por 3 o 4 horas, donde perdieron la señal telefónica. 

"Pasan dos o tres minutos y Germán me dice que detenga el vehículo porque quiere orinar. Detengo el vehículo, y en ese instante él se baja y estos dos me apuntan a mí y al Cangri, los dos bolivianos. Nos apunta con una pistola en la cabeza, yo forcejeo con uno, y lo único que veo es que Cangri se baja del auto y sale corriendo", relató.

"En ningún momento supimos que iban armados, no nos habríamos subido al auto, iban como choferes solamente. Pero la historia es que no eran choferes. Germán nos fue a entregar a nosotros, la intención siempre fue quitarnos el vehículo, desde el principio", expresó finalmente.

Tras el incidente, comenzaron las horas finales de Cangri, caminando junto a Cornejo y German durante todo el martes, siguiendo sus instrucciones asegurando conocer el camino, al cual nunca llegaron.

"Teníamos los pies acalamabrados, no podíamos seguir avanzando (...) Yo le decía, 'Cangri, a este hueón lo van a pasar a buscar, vámonos, separémonos de este hueón, si este hueón nos entregó'. Me decía, 'Seba, este viejo se sabe el camino, no podemos separarnos de él", dijo.

Las condiciones climáticas de la zona comenzaron a afectarles cada vez más, ante las lluvias, viento, y bajas temperaturas. "Fue una noche terrible, de llanto, donde el Cangri me decía 'me voy a morir, me voy a morir'. Yo lo único que le decía, porque era como el más fuerte mentalmente, era que no, que no iba a suceder eso. Le decía 'abrázame compañero, abrázame huéon, si no nos va a pasar nada'", afirmó.

Pese a todas sus insistencias, no pudo conseguir que Sebastian se alejase de German, por lo que decidió emprender el camino siguiendo las huellas del lugar; sin saber que sería la última vez que se verían los 3.

"Le digo 'Cangri, yo voy a caminar no más, sigue las huellas'. Lo único que hice fue seguir las huellas de auto, me dije estas huellas me van a llevar a algún lado. Mi consuelo era que eran las cuatro de la mañana e iba a tener todo el día para caminar, porque si pasaba otro día en el desierto, nos íbamos a morir", finalizó.

Imagen: Huawei / Agencia Uno