¿Existen las dietas express?

14 Enero 2015

En estos meses del año es más fácil mantenerse bien, por la variedad de frutas y verduras que están disponibles para su consumo pero la experta señala que hay que tener ojo con las dietas que hacen bajr muchos kilos en poco tiempo.

Matías Tobar Pi... >
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En los meses previos al verano no son pocos los que buscan perder peso para poder “sacarse la polera”. En pleno enero, otros siguen intentando con diferentes opciones. Desde la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Autónoma de Chile, explica que no existen las dietas milagrosas y entrega una lista de recomendaciones a seguir.

A juicio de la nutricionista y directora de carrera, Margaret Caro, en estos meses del año es más fácil mantenerse bien, por la variedad de frutas y verduras que están disponibles para su consumo. Por otro lado –explica- que el buen clima, permite realizar actividades al aire libre, lo que es muy positivo para hacer ejercicio y así bajar de peso de manera recreativa.

“Sin lugar a dudas, es clave mantener una alimentación balanceada y no someterse a  estrictos regímenes que solo conseguirán una solución momentánea. Las dietas milagrosas no existen. Pueden ayudar a perder peso rápidamente pero no a lograr resultados buenos y duraderos. Ninguna dieta instantánea es saludable, ya que no proveen la cantidad de nutrientes necesarios para el bienestar del organismo, lo que necesitamos para que una dieta tenga un buen resultado es aprender a alimentarnos, eso significa modificar nuestros hábitos alimentarios”, explica la profesional.

El riesgo de las llamadas “dietas de verano”, es  el efecto rebote que estas causan. Cuando  el cuerpo pierde muy rápidamente varios kilos, después de un tiempo de acabar la dieta o alcanzar el peso ideal e introducir la ingesta habitual de comida, este recupera los kilos perdidos. Generalmente, además, sobrepasa el peso que se tenía antes de hacer la dieta, llegando a incluso a un 20 por ciento, según los estudios.

Esto ocurre entre una semana y dos años después de acabada la dieta y es un hecho realmente devastador para el cuerpo, explican los nutricionistas. “Poco a poco, la persona comienza a recuperar su peso, cuando se da cuenta de ello, y posteriormente gana más kilos de los perdidos, comienza la ansiedad o la desesperación. Es un lamentable círculo vicioso”, agrega Margaret Caro.

Frente a este panorama, es importante reconocer las dietas milagrosas o malas dietas:

  • Sugieren un consumo diario de calorías menor de 1300 para mujeres y 1500 para hombres. Son hipocalóricas al extremo.
  • Incluyen la prohibición completa del consumo de algún macronutriente como hidratos de carbono, proteínas y/o grasas.
  • Están centradas en un único alimento, que generalmente dan el nombre a la dieta.
  • Aquellas que producen una pérdida de peso mayor de 1 kilo por semana.
  • Otra característica es que estas dietas hacen promesas de “adelgazar rápido” o con un mínimo de esfuerzo, cosa que es cierta, pero lo que no advierten, es que igual de rápido que se pierde peso, se gana después.

Por ende, hay consejos para bajar de peso de manera saludable:

  • Haga ejercicio en la playa, en la piscina, andar en bicicleta. Aproveche sus vacaciones para mantenerse en forma, privilegiando las actividades familiares al aire libre.
  • Consuma varias comidas en el día en pequeñas porciones cada vez, cada tres o cuatro horas.
  • Aproveche las frutas y verduras de la estación. Puede consumir hasta cinco porciones al día.
  • Seleccione los carbohidratos; no todos son iguales. Se recomiendan los de absorción lenta con mayor contenido en fibra como cereales, panes y legumbres.
  • Consuma proteínas. Estas ayudan a quemar los hidratos de carbono que no se queman con el ejercicio, de preferencia las carnes blancas y pescados magros.
  • Evite las frituras. Intenta consumir la menor cantidad alimentos de alto contenido graso.
  • Tome agua: mínimo dos litros diarios.

Lo más importante –señalan los expertos- es que para bajar de peso hay que ser responsables. Para ello recomiendan visitar a un nutricionista, que diseñará un plan acorde a las características de cada persona, evitando los riesgos del llamado efecto rebote.