(nt24) Los estudios señalan que el cerebro dispara reacciones corporales e imágenes cuando algo recuerda al primer amor, tales como un olor, localidades, gestos, acciones, y esto puede derivar en escalofríos, sudoración o pálpitos; esta situación se debe a que la amígdala cerebral graba con mayor intensidad los momentos más atesorados con personas importantes.

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En un artículo publicado en el Huffington Post se explica que estas historias son tan fuertes "debido a que hay algo muy poderoso acerca de las experiencias en los amores adolescentes ¿será porque sucede cuando nuestros corazones son puros e inocentes antes de esa inevitable ruptura o porque cuando una gran llama muere, unas brasas calientes se mantienen radiantes en la memoria?".

"Un amor sin finalizar mantiene cierta fascinación por muchos años" opina su redactora Arlene Nisson Lassin.

Según Huffington Post, esto se da porque durante la juventud, las personas están dispuestas a lograr lo que desean, y en esas edades se tienden a crear ideales sobre las personas y sobre su vida misma; las películas, las historias, los libros, las canciones y las historias ajenas, suelen influir en la vida más de lo que parece.