Reconozcámonos en el otro, no somos números

16 Junio 2020

En este último tiempo veo más claro que nunca como las personas nos hemos convertido en números, lo somos desde el día que nacemos, tomamos un número de serie que nos identifica como ciudadanos.

Constanza Contreras >
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Los números son importantes, cuantifican, clasifican, ordenan, miden y nos evalúan de diferentes formas, jerarquizan, nos ubican en temporalidad y espacialidad, además de valorizar todo hoy en día.

En este último tiempo veo más claro que nunca como las personas nos hemos convertido en números, lo somos desde el día que nacemos, tomamos un número de serie que nos identifica como ciudadanos, todo tiene equivalencia en un número que puede cambiar según el mercado.

Sí, los números son útiles, pero deshumanizan, separan y crean una realidad ajena. No son representativos ni están sujetos a pensamientos propios y esta distancia puede hacernos perder la sensibilidad.

Veo que parte del conflicto de tomar conciencia en esta pandemia es esa distancia. En la contingencia al momento de tomar decisiones, somos cifras, números que suman y restan. 

Que dejan de ser. 

Contextualizar nos lleva a una realidad más cercana y tangible que permite identificarnos y reconocernos en el otro. Esto genera reflexión, pensamiento y mientras nuestra situación lo permita, tomar acción y dejar de ser netamente observadores.

Intentemos comprender, es incómodo y doloroso, pero es una realidad que estas cifras son personas, hace unos días escuché decir: “74 personas por día, es poco…” este número puede representar dos buses llenos. No me parece poco, es menor de lo que podríamos tener, pero ¿es menos preocupante e importante? por supuesto que no, debimos darle la misma importancia desde el día que este indicador marcó 1. 

¿Quiénes eran?, ¿contaron con la atención necesaria?, ¿pudieron acceder a ella?, ¿tuvieron la oportunidad de cuidarse y prevenir haciendo cuarentena voluntaria y/o obligatoria?, ¿qué pasó son sus familias?, ¿recibieron algún apoyo?

¿Por qué en Chile pesan más los números que las personas? No somos números, somos cuerpos.