Plebiscitos y participación ciudadana en Chile: Hitos importantes

Plebiscitos y participación ciudadana en Chile: Hitos importantes

21 Octubre 2020

Los plebiscitos, en general, son una forma entre otras de dar una conducción no violenta a conflictos que nos han dividido políticamente. Funcionan como una válvula de escape ante situaciones límite como las que hemos vivenciado desde hace poco más de un año, ante el “estallido social".

Mauricio Neculmán >
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En sus 110 años, la República de Chile ha celebrado y/o convocado en 8 oportunidades a la ciudadanía a votación popular directa, de manera de consultar y validar un determinado asunto de importancia para la nación. Este próximo 25 de Octubre de 2020, presenciaremos y seremos actores directos del IX Plebiscito. Repasemos los anteriores y sus implicancias.

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5 Plebiscitos relacionados con la Constitución, en su validación, reforma o cambio

1812, encabezado por José Miguel Carrera, se llama a consulta ciudadana para aprobar el “Reglamento Constitucional Provisorio”, la primera Constitución de la República. Se recibieron 135 votos, de ciudadanos de Santiago, y se aprobó la moción.

1818, encabezado por Bernardo O´Higgins, se llama a consulta ciudadana para aprobar nueva Constitución Política. En un sistema de suscriptores, en un territorio que abarcaba desde Copiapó a Cauquenes, se aprobó la moción de la nueva Constitución que tuvo una duración de cuatro años.

1925, el Presidente Arturo Alessandri, encabezó no solo el proceso sino que la campaña a favor de la “Constitución del 25”, opción que obtuvo una amplia mayoría dejando atrás el “período parlamentario”, aunque con baja participación y apatía ciudadana debido a golpes de Estado y continuos cambios de gobierno durante 1924 y 1925.

1980, el polémico referéndum, se produjo en la dictadura militar de Augusto Pinochet, y se impuso en un dudoso proceso la opción para aprobar la “Constitución del 80”. Dudoso, porque no hubo parámetros similares en las campañas de difusión y promoción, no existía padrones electorales, la papeleta era de un material semitransparente, los votos blancos eran contados como “si”, entre otras irregularidades, las cuales fortalecen la idea de la ilegitimidad de este proceso.

1989, referéndum para aprobar reforma constitucional. Posterior al triunfo del NO en el plebiscito de 1988, una serie de reformas a la Constitución política de 1980 fueron sometidas a plebiscito para preparar el retorno de la democracia, siendo aprobadas meses antes de las elecciones presidenciales y parlamentarias. Fue una “moneda de cambio”, porque fue parte del “Acuerdo para la Transición a la Plena Democracia”, firmada en 1985 entre los operadores políticos de las movilizaciones sociales (futura Concertación de Partidos por la Democracia), ante la posibilidad cierta que este conglomerado político llegue al poder del ejecutivo. En este proceso, no tuvo opción de voto el Partido Comunista, al estar prohibido.

2020, 25 de Octubre. Aprueba o Rechaza, la elaboración de Nueva Constitución.

3 Plebiscitos relacionados con validar asuntos políticos

1817, consulta ciudadana para aprobar, el “Acta de Independencia”.

1978, consulta para aprobar o rechazar legitimidad del Gobierno Militar. Proceso cuestionado (al igual que el de 1980), pues no existían registros electorales ni garantías mínimas de transparencia, además de una fuerte censura a los medios de comunicación.

1988, plebiscito para decidir si el dictador Augusto Pinochet, continuaba por 8 años más en el poder. Ganó la opción “No” con un 55,99%.

Los plebiscitos a lo largo de la Historia de Chile, en general, son una forma entre otras de dar una conducción no violenta a conflictos que nos han dividido políticamente. Funcionan como una válvula de escape ante situaciones límite como las que hemos vivenciado desde hace poco más de un año, ante el “estallido social”, que curiosamente no nació con el objetivo de cambiar la Constitución, sino como respuesta al “modelo chileno”.

Los plebiscitos de alguna u otra manera dan cuenta que los problemas no siempre son resueltos por la democracia representativa y nace de la necesidad que en ciertas ocasiones, sea la voluntad soberana la que se exprese directamente en las urnas frente a cuestiones que dividen profundamente a una sociedad.

Para el cierre de esta columna, surgen interrogantes acerca de la relevancia del voto, el contexto nacional e internacional respecto de la pandemia y si tendrá alguna injerencia visible en el proceso o en el resultado. Las formas en que será recordado este IX Plebiscito ya entrega algunas luces en la práctica, el primero visualizar el reconocimiento a los pueblos originarios y derechos sexuales, y en la teoría, el hecho de desarrollar un plebiscito para un proceso constituyente, ofrece precisamente otorgar legitimidad a una nueva Constitución, discutida por todos y todas.

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