Apruebo: Para superar el neoliberalismo populista

16 Octubre 2020

Es clave valorar a quienes produjeron el despertar, votar apruebo y converger en una lista constituyente transformadora en una línea social, verde y participativa de región y país.

Esteban Valenzu... >
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El populismo es el concepto más polisémico sobre la política latinoamericana, en síntesis se asocia a caudillismo autoritario, centralismo, irresponsabilidad con soluciones facilistas y caos fiscal.

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La ultraderecha neoliberal centralista en Chile ha sido el epítome del mal gobierno y las mejoras cosméticas de la nueva democracia no lograron un modelo justo, fraterno y cohesivo.

Por eso es tan clave valorar a quienes produjeron el despertar, votar apruebo y converger en una lista constituyente transformadora en una línea social, verde y participativa de región y país. Eso pasa por mayor corresponsabilidad y justicia tributaria, rompiendo los espejismos del populismo de ultra derecha:

a.- Caudillismo Autoritario: Alessandri fue eso con su "querida chusma", Ibáñez con el "general escoba", Pinochet con la "revolución silenciosa" creada por Guzmán y amplificada por Lavín. Piñera con la represión al despertar social en vez de reformas sociales. La salida constitucional no tuvo nada que ver con su personalidad y deseo, sólo el miedo a la toma ciudadana de La Moneda. El desprecio a la diversidad y a los sujetos sociales y ambientales. Trump y Bolsonaro son sus espejos.

b.- Centralismo: Los ultra conservadores portalianos regresaron de manera oligárquica más allá que el absolutismo español que toleraba la autonomía de los cabildos. La centralización histórica se impuso generando un modelo paternalista e híper concentrado en Santiago y su Barrio Alto. La captura de los pequeños presupuestos regionales y con la UDI han boicoteado el proceso de descentralización llegando al paroxismo del envío de una ley de financiamiento regional que no aporta nada y no da seguridad legal a las regiones. El dictador Trujillo, los militares centroamericanos y el unitarismo conservador franquista corporativista son su paradigma.

c.- Irresponsabilidad con soluciones facilistas: La dictadura destruyó la industria con la apertura comercial indiscriminada sin transiciones, rebajó a la mitad la cotización previsional con una promesa incumplida condenando a millones de chilenos sobre todo mujeres, a pensiones miserables, apostó a lo primario, exportador concentrando la economía y saqueando el medio ambiente, privatizó los recursos naturales llegando al extremo con Lavín, que vendió los derechos de agua de Santiago estratégicos para el salto verde de las ciudades. Su último ejemplo es el sobre ajuste fiscal de Macri, con cero inversión extranjera y ellos mismos, al igual que la elite chilena, invirtiendo fuera de Chile y entregados a las transnacionales.

d.- Caos Fiscal: Instauraron la desigualdad estructural en Chile con menos impuestos concentrados en el consumo y no en la renta, la UDI popular con Longueira sometió a Lagos para rebajar el predial y bajó a la mitad lo recaudado por derechos de la basura. En pandemia triplican la deuda pública y obligan a usar el 10% de ahorro previsional por su veto oligárquico a cobrarle a las grandes empresas y los millonarios. Quieren rebajar el gasto en Investigación y Desarrollo pero mantienen el obsceno gasto de 2.700 millones de dólares anuales para el privilegio uniformado de jubilar a los 49 años versus el mundo desarrollado en que todos y todas jubilan a los 67 con decencia.

El Papa Francisco en su última encíclica critica al neoliberalismo y al populismo, este último también patrimonio de las izquierdas hegemonistas, autoritarias militaristas y corruptas que han campeado al igual que las derechistas. Chile ha tenido el cóctel de ambas; el neoliberalismo populista que está agonizando y que en la alta politización que se dará en los próximos meses debiera ser desplazado por un bloque democrático social y eco territorialista donde prime la seriedad, austeridad, solidaridad y eficacia en las reformas profundas.