Consumismo en Navidad

22 Diciembre 2014

En estas fechas es necesario hablar de consumismo, un poco para prevenir a las personas de realizar compras excesivas sin medir su presupuesto.

Guido Asencio >
authenticated user Corresponsal

En tiempos de navidad donde las compras terminan por comprometer muchas veces los bolsillos de las personas, es necesario contemplar algunas premisas que, pueden resultar importantes a la hora de examinar cuál es el verdadero sentido de éste tipo de festividades, el cual debiera estar enfocado en en la oportunidad de compartir con la familia y seres queridos más que pensar en comprar un regalo Ad hoc.

En primera instancia es importante pensar en cuál es el presupuesto con el que se cuenta para comprar los regalos, en esto se debe realizar una lista de las personas que serán objeto de ser agasajadas, pues muchas veces un simple gesto
sirve de consuelo para acercarse a los demás.   Para ello, una vez hecho el listado, se debe fijar un monto acotado para
cada uno,  eso ayudará a controlar el gasto y ajustarse al presupuesto con el cual se cuenta.

Es fundamental usar el concepto de cotización de lo que se va a comprar, es decir buscar por internet, o simplemente recorrer las tiendas y negocios que están al alcance y evaluar los costos que tiene cada producto, para esto es necesario no dejar para última hora la compra de regalos, de lo contrario se compra lo que está a mano y no siempre los productos o servicios se encuentran al precio más conveniente.

Hay que considerar que todas las personas tienen ingresos ordinarios y extraordinarios, para los gastos que se quieren realizar se debe ocupar los ingresos ordinarios, pues son los que no varían en el tiempo y garantizan el pago de forma
mediata.  En cambio los ingresos extraordinarios tienen una naturaleza irregular, que no ofrece la seguridad de
su obtención de forma periódica.

Sabiendo que existe escasa cultura de ahorro, sería ideal usar este tipo de reserva para comprar regalos, pero para eso había que pensarlo con mucha anticipación, guardando una parte de los ingresos para destinarlo a compras de navidad, si ya no se hizo hay que olvídese de esta recomendación y seguir los demás consejos.

No hay que olvidar que la mayor cantidad de cosas que se compran, usan o realizan no son absolutamente necesarias, esto lo comprueban varios estudios de consumismo, por eso es relevante identificar la diferencia entre una necesidad y un
deseo.  La primera está enfocada en algo que se adquiere para mejorar, ya sea las condiciones de vida o simplemente
estimular a otra persona.  Sin embargo, los deseos están más asociados a los sueños o algo que se quiere tener pero en
general los costos son demasiado elevados, por eso hay que establecer un equilibrio asociado al real presupuesto que se tiene disponible a la hora de hacer una compra.

Se debe tener cuidado con las ofertas, ellas solamente sirven para ahorrar cuando es necesario, por lo tanto hay que acotar la cantidad de productos comprados a la realidad presupuestaria de cada bolsillo, y nada más que eso, las tentaciones deben ser eliminadas de la retina, para cumplir fielmente con lo que se anotó en la lista de compras.

No es recomendable endeudarse para adquirir regalos, pues no hay que olvidar que la navidad es una fecha especial, pero sólo ocurre una vez al año, por eso es fundamental no comprometer el presupuesto anual en alguna cosa que, probablemente se va a usar pocas veces.

Un comportamiento financiero equilibrado ayudará a dar paz y seguridad al grupo familiar, mejorando la calidad de vida, y podrá garantizar un año más tranquilo en cuanto a deudas, pues luego vienen las vacaciones y marzo que es el mes que
naturalmente requiere de un mayor gasto, debido a que en esa fecha comienza el año laboral y estudiantil.

Por último, se llama a tener conciencia de los propios gastos, midiendo las consecuencias, sabiendo que si se toma la decisión inevitable de endeudarse, debe ser responsable, para tener un año nuevo sin tener que pensar en cómo financiar
lo que queda año que viene.