Diálogo y educación en pandemia: La relevancia del aprendizaje significativo

Diálogo y educación en pandemia: La relevancia del aprendizaje significativo

05 Febrero 2021

El docente debió transformarse en un actor que facilita de diálogo y actividades que permitieran a la comunidad educativa construir conocimiento, en base a sus propias ideas, sin imposiciones de visiones, invitando a la reflexión y al cuestionamiento constante.

Juan Ignacio Cordero >
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El pasado año 2020 tomó tanto a Chile como al resto del mundo por total sorpresa un proceso de cambio profundo: comenzando con los devastadores incendios de Australia y el Amazonas brasileño que resultaron ser “sólo” la antesala del ya archiconocido COVID-19.

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Uno de los principales cambios en la cotidianeidad de las personas fue que los colegios y liceos estuvieron cerrados, bloqueando el principal espacio de socialización presencial que tiene la ciudadanía, transformándolo hacia la virtualidad, marcando un cambio de paradigma sin precedentes.

Cuando la pandemia se volvió una realidad implacable, al carecer de precedentes y protocolos modernos ante estos eventos tan poco habituales, se optó por una paralización de las clases durante dos semanas, así como un adelantamiento de las vacaciones de invierno, todo concentrado en abril, aún bajo una mirada optimista de parte de las autoridades, que estimaban que, en cosa de sólo semanas, se podría retornar a la presencialidad habitual.

El transcurso de los hechos antes mencionados demostró que la situación era bastante más compleja que la apreciación inicial, y ya durante el mes de mayo, el MINEDUC se vio forzado a elaborar una priorización curricular, cuyo objetivo era básicamente el de sugerir la limitación de los contenidos del currículo nacional educativo a lo más esencial para cada asignatura, teniendo una validez hasta el 2021. La importancia de esta medida radicó en que se asumió que el ritmo de aprendizaje bajo el contexto de pandemia no iba a ser el mismo que el de un escenario normal.

Es un hecho que Chile es un país enormemente desigual, y las clases virtuales durante la pandemia se convirtieron en otro escenario en el cual se reafirmó y se representó esta realidad.

Más allá de las diferencias sociales, incluso en una misma institución, la pandemia supuso también otras dificultades, las que por cierto que trascendían a la dimensión meramente material, sino que principalmente relaciones, cada actor del proceso educativo se encerraba en sus parcelas laborales y no se generaban estrategias de retroalimentación ni de conocer contextos para reconocer problemas y acciones. Y frente a esa conjetura aparece el diálogo como espíritu esencial para la construcción de comunidad.

Es así cómo el docente debió transformarse en un actor que facilita de diálogo y actividades que permitieran a la comunidad educativa construir conocimiento, en base a sus propias ideas, sin imposiciones de visiones, invitando a la reflexión y al cuestionamiento constante, en un ambiente de respeto, confianza para aboliendo todo tipo de discriminación.

Este ejercicio de volver a centrarnos en el diálogo, como una forma de comunicación que ofrece tiempo y espacio para que las personas puedan mostrar la complejidad de sus respectivas realidades, fue un cambio que humanizó la vorágine de la virtualidad en el contexto educacional, marcando una diferencia de forma y de fondo en los procesos educativos, focalizando la importancia del el camino hacia el objetivo que es la mejor enseñanza para el aprendizaje significativo.

Agradecer al Centro Nansen en fortalecer este proceso de relevar el diálogo como el valor una manera de comunicarse que se enfoca en comprender “al otro”, en lugar de tratar de convencerlo de que tú tienes la razón. Este entendimiento nos permite entablar relaciones sostenibles y crear bases sólidas para exitosas mediaciones y negociaciones. Agradecer a Mario y Nicolás, grandes alumnos que creyeron en validar estos métodos y polinizar en esta verdad de comprender el diálogo como medio de fraternidad y humanización del aula en contexto COVID-19.

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