Impacto causaron las declaraciones de James Hamilton, uno de los querellantes en el caso Karadima, en contra de quienes supieron de las prácticas del sacerdote.

Hamilton realizó una serie de declaraciones en contra del ex arzobispo de Santiago, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, a quien acusó de "ser un criminal, por callar a propósito, las denuncias que recibía por abusos por parte de religiosos".

En lo que respecta a Karadima dijo que "tiene un círculo de gente formada con hábitos parecidos que siguen actuando de manera impune". Además, señaló que "esto ocurre en la Iglesia porque hay gran cantidad de Obispos homosexuales".

Hamilton añadió que el obispo Andrés Arteaga, ex canciller de la Universidad Católica y obispo auxiliar de Santiago, era un "servidor de Karadima, y que tiene mucho que aportar en la investigación que se llevará a cabo por parte de la justicia".