Las malas gestiones venidas de todos lados entre quienes estuvieron a cargo del proyecto del regreso del tren a nuestras líneas ferroviarias sureñas, terminaron por derribar el sueño de quienes imaginaron que este sector se volvería a potenciar como en antaño.
El recorrido que se hacía durante los fines de semana de Temuco a Santiago y viceversa ya no existe. Era la única opción que iba quedando para los viajeros nostálgicos de esta zona del país, pero los 72 millones de pesos en pérdidas que acumularon en casi tres meses terminaron por dejar los vagones guardados en grandes bodegas, sin saber cuando volverán a salir.
Desde el 11 de enero que EFE había retomado este tramo al sur, asegurando incluso que posteriormente se llegaría hasta Puerto Montt. Pero las insistentes fallas, el mal servicio y lo costoso de los pasajes, cada fin de semana dejaban a la empresa con un saldo negativo cercano a los 10 millones de pesos, y los recorridos colapsaron económicamente. Tanto así que desde marzo recién pasado ya no hay tren al sur.
En Osorno muchos fueron los usuarios que celebraron con la inauguración encabezada por el, en entonces, presidente Ricardo Lagos, cuando en diciembre de 2003 inauguró este tramo que ya en ese entonces alcanzaba la considerable suma invertida de 700 millones de dólares. Imagínense 5 años después. No hay calculadora que alcance a entregarnos las pérdidas, pero los bolsillos más vulnerables del país y los ilusionados con el proyecto quizás si nos puedan contar qué significó para ellos. Eso si que se llama pérdida de tiempo y dinero en cantidades industriales.