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Juana Cuante heredó el cargo de su padre, Leonardo, que falleciera hace cuatro años atrás y lo recibió a través de una ceremonia íntima al amanecer denominada  AmunTuwun (Levantamiento Ancestral), en la cual fue acompañada por personas del pueblo Mapuche Williche.  Es así como estaban presentes desde Lonko, Machi, comuneros y dirigentes de distintos territorios.

Terminada la ceremonia de exclusividad mapuche, casi a mediodía, visitas no mapuche  de diversos lugares se hicieron presente, para dar el reconocimiento político chileno a la nueva autoridad ancestral del Lago Ranco, que destaca por su juventud y por el hecho de ser la primera mujer que asume el cargo de Lonko en el Futahuillimapu y como ApoUlmen, en el consejo de Caciques del Futahuillimapu, o gran territorio del sur.

[6]Para Juana Cuante se trata de una decisión gravitante en su vida, que responde a uno de los aspectos cosmovisionarios más arraigado en las comunidades mapuche.

Según Juana su tarea es volver las cosas a su lugar, teniendo como guía la ancestralidad del pensamiento mapuche, con tal de combatir problemas importantes de su pueblo, así como las injusticias que hasta el día de hoy sufre. 

Así el Futahuillimapu contempla la investidura de un nuevo Lonko, claro que esta vez es una mujer, cuestión que demuestra el empoderamiento femenino en la sociedad actual, así como el papel que juegan los jóvenes mapuche en la mantención y recuperación de su pueblo, que ve en su cosmovisión una raíz firme desde la cual caminar hacia el futuro.