Opinión: Agenda Digital, raya para la suma

25 Noviembre 2013

La mayoría de las medidas anunciadas se pusieron en marcha. Pocas se han concluido, porque devinieron en un mayor esfuerzo del que se pensó inicialmente. Muchas que no estaban se generaron con posterioridad, y varias de ellas se ejecutaron hasta su término.

Alfredo Barriga... >
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Habiendo ya transcurrido 4 años desde que se hizo la última campaña presidencial, donde el tema de la Agenda Digital fue, por primera vez en nuestra historia, un tema relevante para el candidato que luego fue presidente, es momento de hacer Balance.

El relato de Sebastián Piñera fue, y sigue siendo, de que Chile llegó tarde a la revolución industrial y por eso quedó entre los países en vías de desarrollo, razón por la cual no podía llegar tarde a la revolución digital. Para ello preparamos un programa que se lanzó ante la industria TIC en agosto de 2009. La mayoría de las medidas anunciadas en dicho programa se pusieron en marcha. Pocas se han concluido, porque devinieron en un mayor esfuerzo del que se pensó inicialmente (y asumo la responsabilidad en ello, como experto de confianza del candidato). Muchas que no estaban se generaron con posterioridad, y varias de ellas se ejecutaron hasta su término. Se avanzó mucho, pero no alcanzó para ser una revolución digital.

En la suma quedan: El proyecto Chileatiende, que cambió el paradigma de atención del Estado al ciudadano; la consolidación de la plataforma de interoperabilidad del Estado, que tenía 7 instituciones en marzo de 2010 y terminará con casi medio centenar; la ley de neutralidad en la Red, convirtiéndonos en el primer país en el mundo en tenerla; la primera licitación del espectro 4G; los más de 1.300 pueblos con Internet; el incremento en la penetración de banda ancha fija en los hogares desde un 25% a un 40% (50% si se suma Banda ancha móvil); la licencia médica electrónica; la nueva institucionalidad de la estrategia digital unida a la Subtel (aunque con gusto a poco); la incorporación del nuevo paradigma de la Khan Academy en 1.000 colegios municipales, y la empresa en un día, que es un primer paso para la institucionalización del uso de la firma electrónica. En veremos quedan: La ley de teletrabajo, la supresión del impuesto a la importación de software, la publicación en medios digitales de hechos que hoy se deben publicar en el Diario Oficial, el proyecto de ley de datos personales, y la obligatoriedad en el uso de la factura electrónica. Todos ellos, enviados al congreso y “siguiendo su curso”. Considerando lo poco que los honorables entienden o se entusiasman con las TIC, va para rato – y ojalá me equivoque. Pero el gobierno cumplió con su parte.

En la resta quedaron fuera los dos proyectos verdaderamente impactantes del programa: el subsidio a la demanda en banda ancha y el subsidio a la compra de un computador, ambos para los segmentos menos favorecidos del país, que estaban – y siguen – fuera del mundo digital.La razón que se dio estuvo en el terremoto y en el perfeccionamiento del mercado como condición previa para entregar subsidios, considerando los costos de la banda ancha en Chile. Me alegro por ello de que tanto en la Estrategia Digital 2020 como en el programa de Evelyn Matthei se ponga una meta de penetración de banda ancha del 80% de los hogares para el año 2020. Lo echo en falta en el Programa de Michelle Bachelet.

Pienso que “el proyecto” que cambiará a Chile es el de banda ancha para todos los hogares y empresas, con subsidio a la demanda. Los chilenos han demostrado ser buenos usuarios de Internet, cuando en Internet hay cosas que interesan de verdad a los chilenos. La tasa de penetración de Facebook (más del 100% de los usuarios de Internet… en apenas 5 años) es una muestra de ello. El tener al 96% de la población bancarizada usando banca electrónica es una muestra de ello. El que un 93% de los contribuyentes paguen sus impuestos a la renta vía Internet es una muestra de ello. Si nos centramos solo en sacar adelante ese proyecto cuanto antes, volcando todas las energías al mismo, el resto vendrá por añadidura. La economía en Internet está creciendo a tasas de dos dígitos, y si todos están conectados estaremos incorporándonos realmente a dicha economía. Los beneficios de usar Internet quedarán exponencialmente expuestos.

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