Sue Palmer es fisioterapeuta. Siempre creyó en que había vida después de la muerte, aunque nunca pensó que la viviría tan de cerca.

Eso le ocurrió cuando llegó un día a su casa de Beverley, en Yorkshire, Reino Unido, y le sacó una foto a sus hijos que se asomaban por la ventana. 

"Les tomé la fotografía a Jessi y Rudi recibiéndome cuando llegaba a casa, pero cuando se la mostré a una amiga vio otro rostro", dijo al diario The Sun, para luego revelar quién cree que es.

"Esa cara es similar a una imagen de mi madre cuando tenía 21 años", contó Palmer. "La noche anterior a esa escena entramos a esa habitación y sentimos un gran olor a cigarrillo a pesar de que ninguno de nosotros fuma", agregó la mujer.

Es que el olor a cigarrillo que inunda por momentos la propiedad es característico del vicio que tenía Betty, quien murió de cáncer de pulmón hace cuatro años, cuando tenía 79.

"Mamá pasó mucho tiempo con nosotros ayudándome en la crianza de mis hijos. Si fue mamá, definitivamente me reconforta y me da esperanza", añadió al diario The Sun. 

Pero además de esa aparición momentánea y capturada sólo por la lente de su cámara, Palmer y sus hijos experimentan otros hechos sobrenaturales. 

Su hija Jessi, de 25, también siente una "presencia" extraña en la casa a la que se mudaron hace 16 años, cuando la abuela aún residía allí.

Poco antes de la muerte de la dueña de casa, Palmer contrató a un medium que le dijo que un hombre llamado Frank las observaba desde arriba de la casa. Estaba "flotando".

Palmer contó lo que sentía su hija Jessi desde que era pequeña. "Jessi siempre estuvo firme en que algo había en la casa. Desde los 9 años deambulaba dormida por toda la casa todo el tiempo y siempre decía que veía cosas en su habitación, alguien sentado al pie de su cama, y nunca pudo dormir allí".