¿Qué esconde el informe Vatileaks que tensiona la elección del nuevo Papa?

08 Marzo 2013

Mientras se espera que lleguen los últimos cardenales a Roma, el documento ha marcado las reuniones previas, ya que algunas autoridades religiosas han pedido conocer sus detalles antes de comenzar la elección.

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Cada día el vocero oficial del Vaticano, Federico Lombardi, ofrece una rueda de prensa en la que entrega la información sobre las congregaciones que se han realizado en el Vaticano, en la víspera del cónclave que elegirá al sucesor del Papa Benedicto XVI.

Cada día, el religioso ha enfrentado a los miles de periodistas acreditados para señalar que aún no existe una fecha definida para el inicio del cónclave.

Incluso, en su última comparecencia ante los medios, Lombardi desmintió que se hubiese reservado la Basílica de San Pedro para una misa que daría inicio oficial a la reunión, como se había divulgado en medios: “Celebrar misas Pro Eligendo Pontífice entra en el apartado de misas por diversas circunstancias que está en el Misal Romano, que los sacerdotes podemos celebrar y que se aconseja que celebremos para pedir por el nuevo pontífice en estos días de sede vacante, mientras está reunido el cónclave. No hay nada de extraño, pero sí puedo desmentir taxativamente que se haya anotado una misa como inicio del cónclave el próximo lunes que diera pistas sobre el inicio de este evento”, dijo.

Aunque aun se aguarda que lleguen a Roma los últimos cardenales que tomarán parte en el cónclave, la espera tendría que ver también con el informe sobre Vatileaks que tres cardenales -Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore de Giorgi- entregaron en diciembre a Benedicto XVI, quien dispuso que solo su sucesor podrá conocerlo.

El documento recoge meses de interrogatorios a sacerdotes, laicos y periodistas acerca de los detalles del caso y revelaría una serie de hechos de corrupción, sexo y tráfico de influencias al interior de la curia romana. Aunque Benedicto XVI permitió que los tres cardenales informantes respondan consultas, el informe se mantiene en secreto y no existe certeza sobre sus detalles.

Por esto, algunos cardenales pidieron conocer su contenido antes de iniciar la elección del nuevo Sumo Pontífice, considerando que podría haber involucrados entre los postulantes al cargo.

De hecho, el vocero Federico Lombardi admitió que el caso ha sido tema de discusión: “No digo nada sobre el contenido de las intervenciones más allá de los términos generales, pero entre los cardenales se habla de ello. Es absolutamente obvio, no hace falta que lo diga yo”, declaró.

Para el teólogo chileno Hugo Zepeda, las revelaciones de Vatileaks más relevantes tendrían que ver con corrupción e irregularidades al interior del Instituto para las Obras de Religión, conocido como el Banco Vaticano: “No sabemos el grado de corrupción que hay. Me parece que lo más grave de esto es el problema económico, porque Benedicto XVI ya iba en camino de solucionar el tema de la pedofilia y actuar con absoluta transparencia. Pero lo otro, no sé qué situaciones económicas hay de por medio, qué tipo de negocios se hacen, porque en todo tipo de lugar donde hay poder, hay dinero. Por eso los Vatileaks son importantísimos y esto va a tener que transparentarse”, indicó.

Asimismo, Hugo Zepeda recalcó que los detalles del informe sobre Vatileaks pesarán en la elección del nuevo Papa y consideró adecuada la petición de conocer su contenido antes de comenzar el cónclave: “Me parece que a los cardenales que hicieron el informe los han interrogado bastante y han dado líneas generales, pero parece que muchos cardenales no han quedado satisfechos con eso. Creo que incluso deberían hablar con Benedicto XVI para que releve de secreto a estos tres cardenales y todo lo necesarios pueda ser informado antes del cónclave, porque esto va a influir mucho. Claro, quizás qué cosa va a salir, quizás qué cardenal esté vinculado en este asunto”, advirtió.

Mientras las preguntas se multiplican en el Vaticano, las respuestas se reducen. Así, por ejemplo, las ruedas de prensa que cada día habían ofrecido los cardenales estadounidenses fueron suspendidas y ahora el único canal de información es el vocero oficial, Federico Lombardi.