En Aysén no podemos más que acongojarnos ante los incendios en el Parque Nacional Torres del Paine en la comuna de Ultima Esperanza en la región de Magallanes. Sin duda aquí en Aysén nos podría pasar lo mismo. Estamos muy atentos en pleno inicio de temporada de turismo, admitiendo que la sequia y las altas temperaturas también han llegado a Aysén y el riesgo no es menor de una tragedia similar.

Lamentable en los últimos 20 años no ha habido un trato especial hacia los parques Nacionales en todo sentido. Todo lo contrario se ha hecho muy poco y desde siempre todos aquellos que nos relacionamos con los Parques Nacionales observamos una desidia ante el tema y una falta de visión a la hora de cuidarlos. No se ha tenido la capacidad de entender el verdadero valor de lo que significan y representan como valor patrimonial los parques nacionales para el país, de entender que de verdad tenemos que preservarlos por lo que representan en si mismo y no solo porque generan divisas y trabajo, esa es la vuelta de tuerca que necesitamos entender y de verdad esperamos que luego de la tragedia se tomen las medidas.

La realidad de hoy en dia demuestra que la política de administración de Parques Nacionales esta decadente, necesita ser revisada y modernizarla. Hoy solo con concesionar no basta de ningún modo. Los gobiernos han optado por entregar concesiones a privados, cuando lo que se necesita de verdad es mejorar el fundamento de CONAF, con una mejor financiación y ojala las concesiones sean solo un complemento y que Conaf que es el estado que representa a todos los chilenos, tome un rol mas directo y profesional, tomando las riendas de la problemática con un modelo que permita asegurar la seguridad y no solo hacer mas rentables los parques. Es tanta la ignorancia en el tema de los Parques Nacionales en Chile, en los protocolos de trabajo y de planificación, que HidroAysén aquí en Aysén ha logrado embaucar a muchos en su estrategia, que no habría problema en inundar un buen número de hectáreas del Parque nacional Laguna San Rafael sin consecuencias con la represa Baker II. También se ha llevado adelante una ley por este gobierno que permite desafectar áreas de los Parques Nacionales si es que en ellas pudiesen existir negocios rentables, como ha sucedido en el Parque Nacional Lauca en el extremo norte del país, donde existiría tal intención al pretender desafectar el 20 % del Parque para dar paso a proyectos mineros, lo que es una aberración en si mismo.

En Torres del Paine se permitió construir complejos turísticos y hoteles dentro del mismo parque, lo que es imposible de entender, demostrando una vez mas lo equivocados que están a la hora de tomar decisiones ante el tema, mas que nada por la falta de conocimientos y de aplicar la obsoleta al tema de los Parques la teoría que el mercado que en teoría lo regula todo, lo que no es así, sobre todo en estos casos. Falta entender a nivel de gobierno la verdadera significancia de lo que son por lógica básica los Parques Nacionales y que ante todo son intocables y que las construcciones se deberían hacer en los contornos de los parques, pero nunca al interior de ellos. Necesitamos ser extremadamente cuidadosos con estos territorios de excepción y sobre todo saber controlarlos ante el impacto que producimos los seres humanos en ellos. Hasta hoy no se ha hecho de forma profesional ¡y la verdad no entiendo porque!  Cuando solo bastaría con aplicar el sentido común y las buenas costumbres.

Es fundamental que Conaf que hoy cuenta con paupérrimos recursos, resurja de las mismas cenizas producidas por este incendio, volviendo a la vida en un nuevo comienzo, con una política de trabajo renovada, con una administración que finalmente posibilite a Conaf la entrada de los recursos necesarios para hacer una labor profesional, seria y con altura de mira, que permita una mantención certera y una adecuada fiscalización de lo que realmente se merecen estas reservas de vida y los ciudadanos de Chile en los Parques Nacionales. Que ente todo son un Patrimonio de todos los chilenos y no un simple negocio.