Opinión: "La honradez se ha convertido en una pieza de museo que recordaremos con nostalgia"

08 Diciembre 2014

La honradez es sinónimo de rectitud y la integridad en todos los actos interpersonales que el individuo debe efectuar en su vida diaria consigo mismo y con los demás miembros de la sociedad, lo que en palabras simples se denomina “obrar bien”.

Hugo Pérez White >
authenticated user

La honradez es uno de los valores más arraigados en el seno de las familias chilenas  y  desde la más tierna infancia la escuchamos de labios de nuestros  padres y también en las aulas escolares y hoy vemos con preocupación que este valor moral se nos está yendo lentamente de control.

Algo está pasando en nuestra sociedad que  ha transformado este elemental modo de vida en algo banal y de pronto nos encontramos  envueltos en esta vorágine de mentiras con lo cual estamos tergiversando este hermoso valor ciudadano.

Nuestro país está plagado de personajes que hacen  de  la mentira una institución  que tiene  muchos seguidores y es tanta la fuerza de la mitomanía que sin darnos cuenta caemos  en este tobogán sin salida.

Cabe preguntarse si son honrados los que no pagan las cotizaciones previsionales de sus empleados o los que  buscan cualquier subterfugio para no cancelar los impuestos que corresponden al Estado o los que se coluden descaradamente para obtener pingües ganancias a costa de la ingenuidad de los usuarios o quienes usufructuando del status que dan los altos cargos públicos, hacen desaparecer por arte de magia astronómicas sumas de dinero que pertenecen a todos los chilenos o los que cometen fraudes en la entrega de certificados de estudios a personas que nunca han cruzado las puertas de una escuela y han obtenido títulos falsos con los cuales han logrado engañar a la opinión pública y han optado a  cargos de representación popular.

Es conveniente  cuidar nuestra imagen ya deteriorada en el extranjero por delincuentes profesionales que son capturados por las policías de diversos países y destacados por la prensa internacional que indirectamente deterioran las relaciones personales e incluso de organizaciones y también en nuestra convivencia diaria,  por lo cual es conveniente  de vez en cuando hacernos  un examen introspectivo y realizar una revisión a nuestra forma de convivencia  y mejorar  nuestra escala de valores que se han ido perdiendo con el tiempo.

La honradez es sinónimo de rectitud y la integridad en todos los actos interpersonales que el individuo debe efectuar en su vida diaria consigo mismo y con los demás miembros de la sociedad, lo que en palabras simples se denomina “obrar bien”.

Se  considera una persona recta y justa a aquella que se guía por lo que la costumbre así lo considera y valora su forma de proceder o actuar.

Para conceptualizar la idea existen muchos ejemplos que podemos indicar a saber: “Mi abuelo me enseñó que la honradez es lo más importante cuando se concreta un negocio y vale más la palabra empeñada que un documento firmado”, “El gerente fue despedido de la empresa por faltar a su honradez en el manejo de los dineros de todos los chilenos”, “Encontré una gran cantidad de dinero y documentos para su dueño e hice todo lo posible por ubicarlo hasta que lo logré”.

Y así, ejemplos como los señalados existen muchos los cuales hoy están perdiendo validez y credibilidad, debido a factores externos que han hecho  cambiar las costumbres y actitudes de los ciudadanos.

¿Serán  meras suposiciones gratuitas que se hacen al boleo en el agitado  diario vivir, guiado por las informaciones emanadas de los medios de comunicación y estas apreciaciones son meras especulaciones antojadísimas de una mayoría inconciente que no tiene derecho a pensar y analizar la educación recibida por nuestros padres y por el sistema educacional?