Un reciente estudio local, el Barómetro Regional 2015 publicado por la Universidad de Los Lagos, entrega  percepciones reveladoras y tremendamente útiles cuando invocamos el diálogo colectivo para seguir construyendo territorio de la mano de un Gobierno que avanza en el cumplimiento de su programa contra la desigualdad en todas sus formas, de políticas públicas eficientes en su “aterrizaje”, participación y control ciudadano efectivo acorde a las necesidades y un sector privado responsable de su entorno.

La encuesta es una mirada comparada a las ciudades de Temuco, Osorno, Puerto Montt y Puerto Varas, con más de mil 1.100 casos y revela la urgencia de un proceso descentralizador que debe partir “por casa”, atendiendo la diversidad de su gente y sus proyecciones en la relación con el Estado, mercado y el tejido social.

Se expresa en respuestas sobre satisfacción respecto a expectativas de protección social, trabajo –sueldo y acceso-, transporte, medioambiente, entretención, identidad, instituciones y organizaciones sociales, participación ciudadana y política, nuevas tecnologías de información y hasta satisfacción con la vida.

De todos los resultados me quedo con algunos que nutren lo que hoy plantea el Gobierno en descentralización y desconcentración en las mismas regiones y provincias.

Respecto a satisfacción con la vida, un 44,2 por ciento de los encuestados osorninos señala sentirse conformes y un 36,1 responde “resignados”; mientras que en Puerto Montt los conformes llegan a un 63.8 por ciento y los resignados sólo a un 20.

Y ante la consulta, ¿qué debiera ser prioritario para las autoridades de Gobierno? en Osorno un 57,3 plantea crear mecanismos de protección social Estatista-Garantista; un 16,2 mecanismos Emprendedor Garantista; un 13 % Estatista Mercantil y un 13,5 Emprendedor Mercantil.

En Puerto Montt, quienes responden por la necesidades de crear mecanismos de protección Estatista-Garantista llega a un 28.3 por ciento; mientras que los que se inclinan por las opciones Emprendedor-Garantista y Emprendedor Mercantil llegan al 30,4 y 31,2, respectivamente.

Las diferencias en respuestas y percepciones son marcadas y nos hablan de un territorio desigualdad ante la satisfacción y accesos disímiles que hay que tratar.

El cumplimiento de un programa de Gobierno que surge de la demanda ciudadana y que se funda en la participación social se hace cargo de esas demandas de las personas en materias de salud, gratuidad de la educación y acceso a los servicios del Estado.

Porque el proceso de descentralización, la Nueva Constitución anunciada, las reformas políticas, requiere de esa ciudadanía y de la corresponsabilidad para enfrentar los desafíos.

Somos un Gobierno para las personas, para sus familias y para las localidades donde viven. Y ellas no quieren un Estado, una economía y una política ajena a sus aspiraciones.

La urgencia de acabar con las desigualdades con propuestas serias y acciones concretas contienen  ese compromiso.

Por Francisco Reyes Castro

Seremi de Gobierno Región de Los Lagos