Asados, anticuchos, empanadas, dulces chilenos y toda clase de licores se avecinan estos días, provocando gran placer al paladar, pero que en exceso más se semejan a una bomba para nuestro organismo. Aunque el mejor consejo es la moderación, le damos algunas sugerencias para mitigar los efectos de manera natural, segura y económica.

Wilson Cardona, coordinador del Departamento de Ciencias Químicas de la Universidad Andrés Bello y doctor en Química, comenta que los productos naturales de origen vegetal juegan un papel muy relevante en el proceso de autocuidado.

Explica el conjunto de compuestos vegetales con mayor acción biológica y de amplio espectro de uso en Chile, destaca el matico y el canelo, que se vislumbran como dos benefactores inigualables; ambos con propiedades cicatrizantes, sobre todo cuando sometemos nuestro sistema digestivo a excesos causados por la combinación de bebidas, alcohol y mucha proteína, que en conjunto generan una alta acumulación de ácido en nuestro estómago, cuya función de degradar alimentos, también promueve la aparición de pequeñas heridas gástricas, que son combatidas con la ingesta de té de hojas de matico y canelo. Un efecto similar se tiene si después de cada comida, tomamos te de llantén, cola de caballo y tomillo.

Una planta que nos ayudará a proteger nuestro hígado, estresado por el consumo, algunas veces extra limitado de chicha, vino y cerveza, por mencionar sólo algunos de los licores habitualmente consumidos en estas fiestas, es el té de raíz de achicoria, un fuerte protector hepático y a la vez depurativo, que combinado con raíces de diente de león, generan aversión al alcohol. Eso sí, Cardona advierte que esto es en casos en los cuales el consumo de alcohol ya es un problema y el nivel de daño hepático presenta un nivel muy avanzado.

Lo mejor para pasar el mal rato

Paralelamente al consumo de alimentos, el aumento en la ingesta de líquidos no alcohólicos durante estas fiestas nos ayudará a evitar la deshidratación propia de la combinación de bailes e ingesta de alcoholes, debido a que aumenta el volumen de sustancias en nuestro estómago, nos ayuda a regular igualmente el deseo excesivo de comer más alimentos.

“El mejor de estos líquidos no alcohólicos, es el agua, pero si no le es posible hacerlo por gusto o disponibilidad de ella, se pueden consumir bebidas con bajo o nulo contenido de azúcar y, preferiblemente, con contenidos muy bajos de sodio, salvo que el nivel de intoxicación embriagante cause en las personas episodios reiterativos de vómito y diarrea, haciéndose necesario reponer electrolitos al cuerpo, en cuyo caso el suero casero (que se prepara agregando una cucharadita de polvo royal, una cucharadita de sal, dos cucharadas de azúcar, el jugo de dos limones a un litro de agua hervida) consumido lentamente durante el día, es el mejor aliado en la recuperación ante dicho evento”.

Por cierto, el mejor remedio para cualquier exceso es, valga la redundancia, no caer en excesos, y controlar cabalmente el nivel de ingesta de alcohol y comidas en general. Las cuales de por sí, deben de ser muy bien balanceadas (carnes, verduras, frutas, etc.).

Finalmente, una recomendación muy benéfica para recuperar fuerzas y pasar unas muy buenas y largas Fiestas Patrias, es intercalar a nuestro consumo tradicional de carnes rojas, una buena dosis de pescado y/o mariscos cuyos aportes en ácidos omega-3 y omega-6, favorecen la metabolización o disposición de las grasas ingeridas por nosotros, como las que nos entregan los ricos choripanes, contribuyendo así a regular el nivel del colesterol en nuestro organismo y con ello a tener un mejor desempeño cardiovascular.