Iniciamos marzo con una mirada positiva y de propuesta; también de muestras de logros concretos, luego de un primer tiempo de mucho diálogo social, debate político y la constatación que estamos viviendo un nuevo ciclo social y político que ha sido, con claridad, tiempo de crecimiento y profundización democrática. Una ciudadanía empoderada en permanente cuestionamiento y que exige avances, da cuenta de un tiempo de desarrollo humano que como Gobierno valoramos y lo hacemos parte de nuestro accionar.

La gratuidad en la educación superior que por estos días viven miles de jóvenes chilenos y en nuestra región refleja un periodo marcado por logros en inclusión y derechos sociales, concretando varias de las iniciativas comprometidas con los chilenos hace dos años.

En 2011 muchos chilenos y sus familias marcharon en todo el país para demandar el fin del lucro, el copago y la selección en los colegios de Chile y esta semana se inició la puesta en marcha de la ley que pone, precisamente, el fin al lucro, copago y la selección, y que hoy instala a  la educación como un derecho social, reconocido y garantizado por el Estado.

Hoy nos corresponde consolidar lo avanzado, en la idea de que cada paso que estamos dando se siga traduciendo en el mejoramiento de la calidad de vida de nuestros compatriotas.

En los próximos días el Gobierno promulgará leyes muy relevantes en materia de agenda de probidad, la ley de partidos políticos, una nueva ley de financiamiento electoral, la carrera docente.

Está pendiente para un tiempo casi inmediato la discusión y votación el proyecto de reforma laboral y de despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales específicas, entre otros. Cada uno de ellos con el necesario debate y diálogo legislativo y garantizando buscar el máximo de los acuerdos posibles.

Nuestro norte es también frenar lo que ha generado desconfianza en las instituciones desde los abusos, la desigualdad y los actos poco transparentes o de corrupción. Y en ello, el Gobierno ha hecho lo suyo con la Agenda de Transparencia y Probidad y varios proyectos de ley y reformas políticas.

Pero aquí debe haber corresponsabilidad, todos los sectores deben contribuir. Los actores políticos, el sector privado, y por cierto la ciudadanía. Ello conlleva también a cuidar el diálogo político y la formas de expresar percepciones o establecer desde una sola vereda las certezas.

La institucionalidad tiene tareas pero las personas también. Para ello nuestro vínculo con las organizaciones sociales tiene que ver con capacitación, con información, con empoderamiento.

Ejemplo de ello es el Diploma que en Gestión Social que realizamos el año pasado junto a la Universidad de Los Lagos –la Universidad de Rosario e Inia Regional- ,o el programa de capacitación de promotores ciudadanos de derechos humanos que realizaremos junto al Instituto de Derechos Humanos en las 4 provincias de la región. O el vínculo que hemos conseguido con Archi para fortalecer en la dirigencia social la comunicación como bien público.

Queremos seguir profundizando esta tarea conjunta con la ciudadanía de ser agentes de promoción de la democracia y defensa de los derechos humanos, velando por la transparencia del sector público y privado, y observando el respeto y garantía de derechos fundamentales de la población.

Requerimos control social, ciudadano, y una política pública participativa que nos permita seguir avanzando en cambios necesarios para un país más inclusivo y que empareje la cancha.     

Consolidar el programa de Gobierno es cumplir la palabra empeñada; las obras, fruto de este camino de políticas públicas integrales, comienzan a desplegarse siendo una realidad concreta.

Por Francisco Reyes Castro

Seremi de Gobierno Región de Los Lagos