Opinión: Chile es mi país, a pesar de todo, lo quiero profundamente

07 Marzo 2015

Hay que limpiar el karma del país, con cero credibilidad en todo orden de cosas, para que deje de ser un país que más parece una sociedad anónima y pasemos a ser una sociedad justa y transparente; porque Chile es mi país y que a pesar de todo, lo quiero profundamente.

Andrés Gillmore >
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En 1993 el partido humanista se retiró de la concertación, precisamente porque no estaba de acuerdo con la intervención de lo grupos fácticos en los partidos políticos; desde ese entonces los grupos económicos han manipulado las leyes para beneficiar sus intereses corporativos y para ello se sirvieron de diputados y senadores sin importar su ideología, distorsionando totalmente los objetivos y la concepción de lo que entendemos por desarrollo. Nos hicieron confundir crecimiento con desarrollo, cuando los únicos que han crecido verdaderamente son los grupos económicos.

Chile desde esa primavera de la nueva democracia post dictadura, con el paso de los años se transformó en una verdadera sociedad anónima. Muchos les cargan la mano a los empresarios por haber tentado de esa manera a los políticos, pero no hay duda que los culpables más culpables en todo esto son los políticos. Ellos son servidores públicos, juran proteger lo que representan y se sirven muy bien con las dietas que reciben. Si alguien sea quien sea llegó con propuestas indecorosas, el deber de estos supuestos servidores públicos es denunciarlo y lo que hicieron fue todo lo contrario; ese es el verdadero problema aunque muchos se vayan por las ramas aduciendo que lo más deplorable del tema Penta y Soquimich es el no pago de impuestos, que es grave pero nunca de la magnitud de la corrupción aceptada por el mundo corporativo del congreso.

Cuando se vive en regiones es fácil percibir la intromisión de los grupos económicos en todo orden de cosas. Gobiernos regionales, municipalidades. Incluso en las mismas ONG que suponen cierta ética del hacer a veces son intervenidas por los grupos económicos y logran reclutar a gente importante y los tientan con asesorías muy bien pagadas, solo para dejarlos en evidencia y demostrar que no todo son tan pulcros como dicen ser y que todos tienen un precio y  de paso le destruyen la credibilidad al implicado y lógicamente le salpica a la ONG a la cual pertenecía el susodicho.

La falta de transparencia en el otorgamiento de concesiones y en diversos proyectos F.N.D.R. es algo muy común en regiones. Si se hacen las denuncias correspondientes todo queda en la nada misma, el denunciante es denostado por el denunciado y por la entidad que contrató al denunciado, al no poder el ciudadano presentar pruebas concretas que demuestren la denuncia.

Ejemplos hay muchos; si una empresa cualquiera construye una población, sabe perfectamente que es más rentable no hacer las cosas bien; los errores se subsanan posteriormente con la ampliación del proyecto y solo en ese entonces hacer los arreglos que deberían haberse hecho en el proyecto original; con eso ganan un cincuenta % más y “todos contentos”.

Uno muy recurrente lo podemos observar en Aysén, en los contratos de mantención de la carretera austral. Se otorgan contratos millonarios para este fin y estas empresas usan para carpetear ripio y estabilizado de muy baja calidad; la empresa no utiliza el que corresponde, si no el que está más cerca del tramo en el que se esta trabajando y lógicamente siempre es de calidad inferior al estipulado por el contrato; es más barato transportarlo que el de buena calidad, que siempre está más lejos y con ello sufrimos las consecuencias que siempre la carretera esta en pésimo estado invierno y verano.

Otro de los ejemplos emblemáticos de estos negociados es el puente sobre el canal de Chacao, que costará cerca de 1700 millones de dólares al Estado, que está siendo construido por una empresa China en la actualidad, es otra demostración viva de los malos manejos, del tráfico de influencias y de posibles sobornos y cohecho que se hicieron para concretarlo, de una obra que se podría decir es emblemática, incluso histórica, que deberá marcar un antes y un después para la región de Los Lagos, Chiloé y en el futuro para Aysén y Magallanes.

Al aprobarse la financiación del proyecto, se dió inicio a una supuesta licitación para ver las diferentes propuestas. Fundación Aysén Futuro presentó como alternativa la posibilidad de construir un túnel submarino debajo del canal, con la posibilidad de poder anexar turbinas para generar energía mareomotriz, aprovechando las condiciones naturales del canal, con la misma capacidad de generación que el proyecto que pretendía HidroAysén en ese entonces, con tecnología de vanguardia probada y reprobada por décadas en Noruega, incluso en condiciones aún más adversas. Se trajeron ingenieros de Noruega para que explicaran de mejor forma la alternativa, con un proyecto que tendría un costo total de 390 millones de dólares. La propuesta ni siquiera entro al consejo regional de Los Lagos para su evaluación como correspondía y lo taparon.

Paralelamente el ministro de O.O.P.P. de la época, Golborne, del gobierno de la Alianza por Chile, hizo oídos sordos a todo este entramado y decidió partir raudamente a China con una comitiva de senadores, diputados y empresarios de mucho prestigio. A la semana después llegó el señor ministro con el contrato bajo el brazo y con la gran noticia; había cerrado trato con una empresa China y nuevamente la pregunta cae de cajón, cómo se decidió la cuestión, a quiénes verdaderamente beneficio la decisión. Meses después nos enteramos que el ministro tenía cuentas en las islas caimán por denuncia realizada por el senador Andrés Allamand de RN y las respuestas cayeron por sí solas de todos los porque; nunca más supimos del señor Golborne.

Si se hubiera evaluado el túnel como correspondía y se hubiese presentado al consejo de la región de Los Lagos, la opinión pública se hubiese enterado que con el saldo de más de 1100 millones a favor, se podría haber dotado a Chiloé de una mejor conectividad interna, de un hospital, haber conectado finalmente la provincia de Palena con Aysén y haber contado con tecnología de punta en materia energética para entregar electricidad a Chiloé, Los Lagos, Los Ríos y Aysén.   

Lo que quiero demostrar con estos ejemplos que pasaron desapercibidos en ese entonces pero que muchos denunciamos en su momento, entendiendo que era otro Chile si lo comparamos con el de hoy; que la corrupción lamentablemente esta en todos lados y que se viene encarnando a todo nivel y en todo sentido, de una realidad que tiene acogotados al mundo ciudadano y que no se reduce simplemente al caso PENTA, SQM, CAVAL, es aún más profundo de lo que se piensa.

El verdadero problema de base según mi opinión, está en los fondos reservados que tienen derecho a recibir los senadores y diputados por ley; es un formato que termina por corromper las regiones y son la matriz del problema, porque moldea la forma de gobernar las regiones, manipulando las leyes solo para beneficiar a los grupos económicos; en eso la ley de Pesca es emblemática en todo sentido y demuestra como para aprobarla se relacionaron desde líderes sociales, políticos y gobiernos, que se transforman por beneficios particulares en simples intermediarios de las grandes multinacionales, que se aprovechan de las debilidades institucionales para hacer en Chile lo que no pueden hacer en sus países de origen y eso es muy grave.

No podemos arreglar esta situación con negociaciones como quiere la UDI y el partido socialista y dejarles hacer borrón y cuenta nueva; seria inconcebible y falto de toda lógica democrática. Chile tiene que asumir su verdad, estamos al frente de una oportunidad única e histórica de resolver el problema y cambiar los formatos.  Se tendrán que asumir costos, pero serán muchos más si no tenemos la capacidad de enfrentar el problema de frente y limpiar el karma del país que hoy esta por los suelos y con cero credibilidad en todo orden de cosas, dejando de ser un país que más parece una sociedad anónima y pasemos a ser una sociedad justa y transparente; porque Chile es mi país y que a pesar de todo, lo quiero profundamente.