La soterrada estrategia de la DC para entorpecer las reformas del Gobierno

La soterrada estrategia de la DC para entorpecer las reformas del Gobierno

16 Septiembre 2015

A pesar de los gestos de los partidos de la Nueva Mayoría para apoyar públicamente la gestión de Michelle Bachelet, como la visita de este martes de sus presidentes a La Moneda, los obstáculos a la gestión de la Mandataria no cesan.

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Prohibir o no el reemplazo en huelga seguirá siendo un tema de debate respecto del proyecto de Reforma Laboral. Con las indicaciones del Gobierno ya ingresadas, la discusión se ha instalado en la Comisión de Trabajo del Senado.

Las negociaciones han sido arduas, como en cada una de las grandes reformas impulsadas por el Gobierno. Lo dijo el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. “El acuerdo fue muy bien recibido por los presidentes de partido. Da cuenta de un esfuerzo en que todos cedimos algo”.

Y tal como aparece en un documento que el Gobierno repartió durante el comité político de este lunes, si bien se mantiene la prohibición del reemplazo de los puestos de trabajo de quienes estén en huelga, “se establece que los trabajadores no involucrados podrán ejecutar las funciones convenidas en sus contratos”.

De hecho, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, lo ha aclarado. La idea es “compatibilizar el derecho a huelga efectiva con el derecho a trabajar de los que no están en huelga”, así como que “el empleador pueda adecuar a los que están trabajando en el mismo lugar”.

Sin embargo, desde la Fundación Sol, el economista Gonzalo Durán asegura que en esencia el proyecto impulsado por el Gobierno mantiene los llamados cuatro pilares del “Plan Laboral” instalado durante la Dictadura cívico-militar.

“Cuando estamos hablando de una transformación profunda, lo que se buscaba era poner término a estos legados dictatoriales, que son la negociación colectiva exclusivamente al nivel de la empresa, una huelga que no paraliza, un paralelismo organizacional y una despolitización sindical. Esos son los cuatro pilares que José Piñera, ministro del Trabajo en 1979, retrata en su libro autobiográfico”, recuerda.

Sus argumentos radican en que en perspectiva la negociación colectiva sigue sumida al nivel de la empresa y la huelga que no paraliza sigue estando presente. “Se prohíbe el reemplazo en el puesto de trabajo, pero los empleadores tienen facultades para reorganizar a los trabajadores en funciones distintas”.

Por ello, acusa la existencia de “una cuestión muy técnica, pero que es bastante semántica. Esta diferencia entre el puesto de trabajo y la función”. Lo que finalmente para el economista se traduce en una burocratización del procedimiento, que terminará instalado en los tribunales.

Resistencias desde la DC

Este martes, los presidentes de partidos de la Nueva Mayoría llegaron hasta La Moneda para reunirse con la Presidenta Michelle Bachelet. Una señal de apoyo a la Mandataria. No sólo por los bajos niveles de adhesión ciudadana que arrojan las encuestas. También en contra de los rumores que hablan de sus problemas de salud. “Son los ministros los que han caído a la cama”, aseguró el senador Alejandro Navarro, en su rol de vocero de la Nueva Mayoría, criticando de paso el daño a la figura presidencial.

A pesar de todas las señales que puedan darse, entre los senadores de la Democracia Cristiana ya han surgido algunas advertencias a propósito de las indicaciones del Gobierno al proyecto de Reforma Laboral.

Ignacio Walker planteó que “algunos creemos que en la discusión en particular todavía es posible introducir mejoras o perfeccionamientos en materias como reemplazo interno”. Andrés Zaldívar que “las leyes siempre se pueden ir mejorando”. Mientras que Patricio Walker que aún hay tiempo para “mejorar la redacción de algunos artículos”.

“Estoy de acuerdo con el derecho absoluto a la huelga”, manifiesta otro de los senadores DC, Manuel Antonio Matta. Y si bien se inclina por el no reemplazo externo, en el caso de un reemplazo interno plantea “la posibilidad de la plurifuncionalidad al interior de la empresa, que en lo básico pueda operar, con la finalidad de no producir una liquidación de la unidad económica, lo que podría arrastrar a la pérdida de la fuente de trabajo”.

“Todavía queda tiempo para conversar y discutir las indicaciones en particular, de manera que se puede seguir ajustando las brechas que actualmente puedan existir en esta materia y llegar a acuerdos que aún es posible de alcanzar. Esto no es una actitud contraria al Gobierno, sino que yo diría que es al revés”, explica.

Desde la Cámara de Diputados, en tanto, el también DC Pablo Lorenzini defiende la posibilidad no sólo de opinar respecto de los proyectos que envía el Gobierno al Congreso, sino también de proponer modificaciones, considerando que aún existen temas pendientes, lo cual ya discutieron con el ministro Valdés, como integrante de la Comisión de Hacienda.

“Aquí no se trata de ponerle cortapisas a nadie. De lo que se trata es de aportar como parlamentarios nuestras ideas. De lo contrario, haríamos lo que muchos quieren en el Gobierno, exactamente lo que dice el Gobierno. Para eso nos quedamos en la casa y votamos por teléfono o por internet”.

Y agrega: “Para la ministra Ximena Rincón, con quien conversé, el tema está casi cerrado. Pero el ministro de Hacienda todavía tiene sus dudas, por lo que aprovechará la Comisión en el Senado”

Denuncias por exclusión

Desde la Central Autónoma de Trabajadores (CAT), su presidente Óscar Olivos insiste en que la huelga debe ser efectiva, sin ningún tipo de reemplazo. “Con esta indicación de que los trabajadores que no están negociando, que corresponden a otra parte de la empresa, que pueden reemplazar, es como un reemplazo escondido, cosa que me parece bastante extraña”.

“No sé cuál ha sido la presión que ha tenido el Gobierno, los senadores, la ministra del Trabajo y el ministro de Hacienda para tratar de meter este reemplazo medio velado”, cuestiona el líder de la multisindical.

Pero las críticas no sólo apuntan al contenido del proyecto. También a lo que considera la exclusión sufrida por parte del Gobierno, dadas las preferencias que existen hacia la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

“Aquí hay un acuerdo entre el Gobierno y la CUT. Nosotros no hemos sido tomados en cuenta ni se nos ha considerado para nada. Por lo tanto, la responsabilidad caerá en el Gobierno y en la CUT frente a los cambios y acomodos que se hagan en el proyecto de ley. Intentaremos nuevamente participar con nuestra posición en la Comisión de Trabajo, pero en estos acuerdos todos sabemos que la Ministra del Trabajo y el Ministro de Hacienda se han reunido solamente con la CUT”.

Además, Olivos reconoce que la huelga es el resultado del fracaso de las negociaciones, por lo que debe existir la capacidad de diálogo entre los empresarios y los trabajadores. “Pero se trata de una medida de presión, por lo que esperamos que sea realmente efectiva”, concluye.

En cuanto al proceso que debiera seguir el proyecto de Reforma Laboral, el senador Manuel Antonio Matta anticipa que las indicaciones podrían votarse durante la última semana de septiembre, tanto en la Comisión de Trabajo como en la Sala del Senado, para luego volver a la Cámara de Diputados y dar paso a su última votación durante octubre.