Probablemente tendríamos noticias muy similares. Ya todos sabemos que no es un tema de Alianza o Concertación. Estamos frente al cataclismo del liderazgo tradicional, lo que algunos autores llaman el liderazgo patriarcal, que es el centrado en el poder, en la posesión, el del beneficio propio, el liderazgo del control y de la competencia. Ese es el que está en una crisis terminal, de igual forma en la derecha, en la izquierda y en el centro.

Michelle Bachelet era la única persona del gobierno anterior que detentaba un liderazgo distinto, todo el resto era tradicional. Por eso la ciudadanía, a pesar del enorme desarrollo y el éxito como país, castigó a la Concertación.

A nuestros gobernantes, líderes partidarios y empresariales, esto no es sólo una falta de relato. Es una falta de narrativa de un sueño que le haga sentido a sus liderados. Un sueño que convoque. Y para que esto ocurra, el sueño no puede traer sólo beneficios a los líderes. Se tiene que sentir que realmente es un relato inclusivo.

Necesitamos que nuestros líderes políticos tomen conciencia del proceso histórico y se declaren pronto aprendices de una nueva forma de liderar, para que ellos no sean el tope de lo que todos los chilenos hemos construido en las empresas, las universidades y el país en general.

Eduardo Olguín

Director Centro de Formación Experiencial

Universidad San Sebastián