Ante este hecho de violencia extrema hacia una mujer, proporcionado por su conviviente el Servicio Nacional de Mujer, por medio de la coordinadora del Centro de la Mujer de Osorno, efectuó la primera acogida a la víctima oportunidad en que aceptó el ofrecimiento de la red de protección y apoyo para enfrentar estos duros momentos, el que consiste en ayuda psicosocial, además de asesoría y acompañamiento judicial. “Esta respuesta positiva  por parte de la víctima nos permite brindarle el resguardo necesario  y oportuno para evitar que nuevamente este expuesta su integridad”, señaló, la Directora Regional del Servicio Nacional de la Mujer.

La red de protección a la que accederá la víctima en situación de riesgo vital, una vez que le otorguen el alta en el Hospital Base de Osorno tiene relación con garantizarle una residencia segura que le proporcionará la tranquilidad  y confianza para reunirse con el equipo multidisciplinario de profesionales quienes les entregaran herramientas  psicosocieducativas, con el fin de reflexionar y crear  conciencia  acerca del riesgo que implica la violencia hacia  la mujer, además de promover estrategias de autocuidado para evitarlas y erradicarlas de su vida.

Finalmente la directora regional del SERNAM, señaló que estos actos de violencia representan un acto de machismo que comprende que la mujer es subordinada del hombre y por tanto este por medio de la violencia demuestra su superioridad y jerarquía “estos hechos de violencia extrema deben avergonzarnos como sociedad, dado que la víctima no es sólo quien hoy aparece en los Medios de Prensa sino que existe toda una comunidad que lamenta que en el seno de la misma ocurran atropellos a los derechos humanos de las mujeres.  Estos hechos son repudiables, nos hieren profundamente, no sólo al Servicio Nacional de la Mujer sino que a la totalidad de las instituciones que trabajamos precisamente por construir una sociedad mucho más inclusiva y menos violenta contra la mitad de su población, que somos nostras las mujeres”.

Cabe destacar que la prevención sigue siendo una de las acciones fundamentales  para erradicar la vida sin violencia entre hombres y mujeres, la que no solo debe emanar del Servicio Nacional de la Mujer, si no de la sociedad en su conjunto, todos podemos contribuir  a modificar los comportamientos que avalan la violencia como forma de resolver un conflicto.