Opinión: "Lo más nefasto de todo es la colusión de políticos y empresarios"

06 Noviembre 2015

Todos los políticos y empresarios que han sido sorprendidos en estas actuaciones corruptas tienen un denominador común: ninguno ha tenido la entereza de enfrentar su verdad con hombría.

Andrés Gillmore >
authenticated user

Es indudable que a nivel mundial la ciudadanía en general se ha venido dando cuenta que nada era como parecía y muchos líderes nos han estado haciendo gato por liebre desde hace muchos años. Esto no se resume solamente al mundo de la política y el mundo empresarial; podríamos decir a ciencia cierta que en la actualidad no existe casi ninguna actividad donde participe un ser humano, que no este invadida por los malos manejos. Es un hecho de la causa que hay actividades más trascendentales que otras para la vida de la sociedad. Que la FIFA robe a manos llenas es importante, pero nadie pierde el sueño por ello o que la misma ANFP (Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile) tenga manejos turbios, nos crea grandes problemas sociales, es tema en ciertos nichos, pero son poco relevantes para la vida del ciudadano medio, que lo ve más que nada como una anécdota farandulera. Pero cuando los malos manejos interceptan la vida del ciudadano y la proyección de ella, el tema se complica y se hace trascendental por decir a lo menos y nada es como antes, porque afecta la propia vida y la proyección de tu familia.


No existe ningún ciudadano de bien en el Chile actual que no este consternado con el tema de la colusión empresarial. Pero lo que más asusta en esta monstruosa realidad, es la alianza de estos mismos empresarios con los políticos, entendiéndose que estos últimos son los que representan a los ciudadanos y por mandato constitucional deben ir en contra de ellos y defender a la ciudadanía, que los vota y los financia; en estas circunstancias el tema es indudablemente más que trascendental y pasa a ser algo de sobrevivencia.


Resulta duro para el ciudadano común constatar como todo un modelo de desarrollo económico y social teniendo como base de sustentación la misma constitución avalado por supuestos que se creian confiables, fue proyectado específicamente para crear lagunas y permitir todo tipo de malos manejos por políticos y empresarios y salir incólumes, para enriquecer a la -elite- empresarial y de paso financiar una política que se suponía era tan -noble- .


Es obsceno enterarse bajo todo punto de vista, que la colusión aún esta muy vigente en nuestra sociedad, sobre todo si consideramos que después de habernos enterado de la colusión de los pollos y farmacias, se nos había dicho que no volvería a pasar y si volviese a suceder, caerían las penas del infierno para todo aquel que incurriera en el delito; pero nos enteramos que las nuevas leyes anti colusión y las penas cárcel que esas leyes presuponen dormían plácidamente en el Congreso y todavía un remedio como el Escitalopram que cuesta 2.280 $ en los laboratorios, se comercializa en la actualidad en las cadenas farmacéuticas: Ahumada, Cruz Verde y SalcoBrand a 41.890 $ y que un rollo de papel higiénico que cuesta 48 $ se vende a público a 540 $ y seguro que ocurre lo mismo con la leche, las pastas, el arroz, los detergentes, el transporte terrestre de pasajeros y si seguimos escarbando constataremos más casos de colusión.


Como ciudadano es poco creíble suponer que los gobiernos de turno eran ignorantes de estas malas prácticas comerciales del mundo empresarial. Nuestros políticos y gobernantes tienen muchos defectos, es indudable que son egoístas y precisamente eso mismo los delata, pero nadie tiene duda alguna que son terriblemente astutos y nada les pasa desapercibido y sus actitudes nunca son porque sí, o sin saber lo que están haciendo o diciendo. Por ello mismo no me cabe la menor duda que la gran mayoría estaban al tanto de las irregularidades desde hace mucho tiempo y lo peor de todo, se estaban beneficiando de esas mismas irregularidades, porque indudablemente parte de esas ganancias truchas de estos poco éticos empresarios, estaban para financiar los aportes que hacían estos empresarios a sus campañas políticas y por ello el silencio era estratégico y la idea era no matar la gallina de los huevos de oro.

Todos los políticos y empresarios que han sido sorprendidos en estas actuaciones corruptas tienen un denominador común: ninguno ha tenido la entereza de enfrentar su verdad con hombría; todos de una manera u otra han rehuido la verdad, escondiéndose en los rincones más oscuros de un modelo proyectado para que salgan incólumes, amparándose en una inocencia poco creíble. Incluso algunos pretendiendo infundir lástima ante la opinión pública, como sucedió con Eliodoro Matte, al aseverar que durante 10 años no supo nada del actuar de sus gerentes; o como el senador Orpis con ojos llorosos, dice haber actuado por no tener los recursos económicos suficientes para sustentar sus campañas políticas. Pero irreverentemente ambos olvidan el tremendo daño que le han hecho a miles de familias chilenas y al mismo Estado y que el senador Orpis literalmente dejó en la pobreza más absoluta a muchas familias, al apoyar una ley de Pesca que dictaminó que miles de pescadores artesanales perdieran su oficio, sólo por que él necesitaba financiación para sus campañas y con el solo objetivo de beneficiar a 7 familias y que estas fuesen aún más ricas y sin pestañar tuvo la desfachatez de privatizar todo el mar de Chile. Inaudito por decir a lo menos y redundantemente poco patriota.

Es indudable que existen más senadores y diputados involucrados y que Orpis en la actualidad es la cabeza de turco del eslabón inicial de la relación de Corpesca y de otras corporaciones con el mundo parlamentario y gubernamental (gobierno de Piñera), para la aprobación de la nefasta Ley de Pesca. Más temprano que tarde y con detalles, toda la información saldrá a la luz pública y dejará en evidencia a otros involucrados (basta ver quienes votaron a favor de la ley) y la increíble conspiración que se necesito para poner en marcha toda la maquinaria que se necesito y la millonaria financiación que se utilizó para haber logrado privatizar el mar chileno y entregárselo en bandeja a 7 familias; lo que se podría decir y con fundamento histórico que lo que sucedió fue la COLUSIÓN MÁXIMA entre el mundo parlamentario, político, empresarial y gubernamental y que fue el objetivo por el cual Pablo Longueira fue nominado ministro de economía por Sebastián Piñera.

No podría desaprovechar la oportunidad de dejar en evidencia otro caso más de colusión que se esta gestando en estos mismos momentos entre el gobierno, parlamentarios y empresarios, ante la intención del gobierno de la Nueva Mayoría por sacar adelante la Ley de Asociatividad, que quiere dejar el Ministro de Energía, Máximo Pacheco Matte. Tal como Pablo Longueira fue nombrado ministro de Economía con el objetivo primordial de sacar adelante la Ley de Pesca. El actual Ministro de Energía fue nominado en Energía, con el objetivo de sacar adelante la ley de Asociatividad y allanarles el camino a las transnacionales del cual él es un digno representante y permitir que estos capitales foráneos puedan intervenir el país con proyectos energéticos y mineros, sin contar con estudios de impacto ambiental profesionales que sustenten la intención y con el sustento de una ley de la república; que permitiría en caso de concretarse la Ley, que las transnacionales puedan asociarse con municipios y comunidades y poder asi suministrarles financiación a cambio de poder desarrollar proyectos; que no es otra cosa que pagar por contaminar, bastando que las comunidades acepten los dineros para darle luz verde a proyectos energéticos y mineros que en la actualidad están parados, por no reunir las condiciones medioambientales necesarias para ser activados.

El grupo Luksic acaba de ofrecer 24 millones de dolares a la comunidad de Caimanes, para ampliar su pozo de relave, bajo condición que la comunidad retire la querella y puedan revertir el fallo de la corte suprema, que obliga al grupo Luksic a tener que desmantelar el pozo de relave y con ello no les quedaría otra que cerrar la mina. Si la comunidad aceptara los 24 millones de dolares, importara poco si la mina de Luksic contamina o no y podrán seguir operando en forma legal. Imaginen esa realidad extrapolado a todo lo largo y ancho de Chile, ante la precariedad con que viven la mayoría de las comunidades rurales y el gran poder económico con que cuentan las transnacionales; comunidades que por añadidura viven precariamente precisamente por las deficiencias del modelo chileno, gestado por esos mismos políticos, parlamentarios y gobiernos en general, que quieren abusar de esas mismas precariedades para seguir enriqueciéndose.

El riesgo que las comunidades acepten los dineros de las transnacionales es muy grande y no debería ser permitido bajo ninguna circunstancia, se correría el riesgo de destruir todo lo que queda de Chile y sustentado por una ley de la república. Todo proyecto debe demostrar en una primera instancia su sustentabilidad, con un Estudio de Impacto Ambiental serio y profesional, desarrollado por una comisión mixta público-privada, avalado por una institución externa que entregue las garantías suficientes a todos y reconocida por todas las organizaciones de la comunidad en cuestión.

Es triste constatar cómo una supuesta élite empresarial que dice amar a su país, no tiene conciencia social y ambiental y que serían capaces de todo, incluso destruir el país y los que viven en él, por una codicia desmedida por garantizar su intereses propios. Pero es imperdonable y se merecen todo el repudio posible y las penas del infierno, todos los parlamentarios y gobiernos elegidos democráticamente, que sin más actúen en contra de los intereses de una ciudadanía que ha confiado en ellos y en sus decisiones.

Por Andrés Gillmore