Decisiones para que crezca la economía nacional

12 Febrero 2012

Y si al final los pronósticos se apartan demasiado de la realidad, ¿quién se hace responsable de las pérdidas para las empresas y para las personas? o ¿es que hay que dejar de considerar las estimaciones y pronósticos económicos en los procesos decisionales?

Corresponsal El... >
authenticated user Corresponsal

La baja de la TPM, como regla para incrementar la inversión y el crecimiento económico, conduce a las instituciones financieras a aumentar la tasa de interés de sus créditos ante  el mayor riesgo de que se incremente el desempleo y la incobrabilidad, y haya que aumentar las provisiones. Esto ayuda normalmente a la inflación. A una economía tan indexada como la chilena, también ayuda a la inflación.
La inflación es una “reforma incontrolada de los precios relativos” que afecta a casi todas las empresas y, con mayor fuerza, a las empresas de tamaño medio y menor, a los trabajadores y a los consumidores, en sus objetivos, sus estrategias, su ahorro y su bienestar.

¿Ante la persistente discrepancia entre los pronósticos de inflación y crecimiento y la realidad y ante el escenario de menor crecimiento de alrededor del 4% para este año, divulgado ampliamente en las últimas semanas, ¿no sería prudente reconocer que existe la potencialidad de que, por ejemplo, se dé otro escenario diferente para la economía nacional con un crecimiento muy por encima del 4% para este año, y en que las anteriores recomendaciones de bajas de la TPM sólo habrían incrementado la inflación?

Y si al final los pronósticos se apartan demasiado de la realidad, ¿quién se hace responsable de las pérdidas para las empresas y para las personas? o ¿es que hay que dejar de considerar las estimaciones y pronósticos económicos en los procesos decisionales?

En economía las opiniones, pronósticos, expectativas y sesgos implícitos en los juicios sobre el futuro construyen realidad. Si se supiera cual será el futuro, no sería necesario hacer pronósticos ni esfuerzos de anticipación. El uso de herramientas como escenarios, o señales fuertes y débiles, y la revisión de coherencias para contar con planes principales y alternativos es fundamental en ambientes de incertidumbre de distinto signo (- ó +). 
Esto ya se hacía en los años 70, trabajando con destacados economistas, sociólogos, cientistas políticos, antropólogos, científicos y tecnólogos de diversos sectores e industrias para “elaborar sistemáticamente los escenarios alternativos”, pero considerando más de una variable a la vez. Esto permitiría anticipar con más rigurosidad, descubrir y aprovechar oportunidades, disminuir riesgos y abrir las mentes a más de una alternativa y, asimismo, a revisar la coherencia de las propuestas de los pronosticadores y personas interesadas en opinar sobre importantes materia económicas, como es la tasa de interés e inflación y crecimiento, que afectan a todos directamente por defecto.
 
Omar Villanueva Olmedo
Director OLIBAR Consultores