La Asociación Americana de Medicina del Deporte recomienda 30 minutos de ejercicio moderado a vigoroso al menos 5 veces por semana para cumplir con los criterios mínimos  con fines de salud. 150 minutos que pueden cambiar tu vida ya que hoy existe evidencia científica suficiente para asegurar que el ejercicio físico es la medicina más completa y económica.

No hay medicamento que tenga más efectos comprobados en la prevención y tratamiento de las enfermedades crónicas no trasmisibles que castigan a nuestra sociedad en general y a nuestros niños en particular. El sedentarismo, la obesidad y todas las enfermedades asociadas como la hipertensión, diabetes tipo 2, altos niveles de colesterol y algunas más severas como el cáncer de colon, depresión y enfermedades cardiacas pueden prevenirse, siguiendo estas simples recomendaciones  de ejercicio.

Pero ¿debemos ir a un gimnasio para lograr estas metas? La principal ventaja de estos centros es que cuentan con personal cualificado (preparadores físicos o profesores de educación física) para la planificación y control de un programa de ejercicio, además de maquinaria especializada para cumplir los objetivos. Quienes no disponen del dinero para asistir a estos lugares, deben saber que con sólo algunos cambios de hábitos en su vida diaria y en su alimentación, pueden lograr lo mismo y vivir más años, con una mejor calidad de vida.

Como ejemplo, un estudio hecho en Reino Unido demostró que las actividades cotidianas suponen un gran gasto energético, haciendo una comparativa entre el desgaste que suponen las tareas del hogar y algunos deportes. Los datos son sorprendentes: 30 minutos limpiando el suelo equivalen a 45 minutos de bailes de salón; el mismo tiempo con la aspiradora, a 15 minutos de boxeo; cocinando, a 9 minutos de tenis; limpiando el polvo, a 10 minutos de bailar salsa; ordenando repisas, a 18 minutos de bádminton; y por último, 30 minutos subiendo y bajando escaleras igualan a 19 minutos de saltar la cuerda.

Un segundo factor importante es la alimentación. Vivimos en una sociedad que demuestra cariño a través de la comida y no precisamente la más saludable. Estudios recientes demuestran que es más fácil cambiar nuestros hábitos de actividad física que cambiar nuestros hábitos alimenticios.

Fomentar todo tipo de actividad que conlleva un gasto energético nos permitirá cumplir con estos 150 minutos que pueden cambiar la vida. Caminar al trabajo o colegio, subir escaleras en vez de ascensor, andar en bicicleta, trotar con tu mascota, limpiar tu jardín, etc. todo suma y esta suma es salud, es vida.

Fabián Huerta González

Jefe Carrera Ped. Educación Física, UST Osorno

Cristian Gallardo Meza

Docente UST Osorno