Este fue el mejor asado al palo de Osorno

Este fue el mejor asado al palo de Osorno

19 Marzo 2017

La competencia se realizó ayer en el Parque Chuyaca

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Un centenar aficionados cocineros compitieron por el título del mejor asador de carne al palo, en inusual concurso que impulsó el municipio de Osorno, evento desarrollado en el Parque Chuyaca, con un gran marco de público que pudo degustar las preparaciones en competencia.

Con la animación de la carismática Karen Doggenweiler y el osornino José Luis Rodríguez, se inició la cita, “una postal gastronómica, pues realmente ver un centenar de asados al palo, y todos juntos, cautiva a todo exportador que goza de este tipo de exquisiteces que producimos en Osorno”, dijo el alcalde Jaime Bertin, quien fue felicitado por la gran iniciativa, dichos del mismísimo jurado que midió a los inscritos, el reconocido asador Bernardo Borgeat y el francés Yann Yvinn.

La competencia partió a las 11 de la mañana de este sábado, con el encendido del carbón, para luego incrustar la carne en el azadón. El premio mayor fue de un millón y medio de pesos, resultado ganador Jorge Rondán Riquelme y su sobrina Yoselyn Cárcamo, de la localidad de Trosco, en San Juan de la Costa.

Pero quienes más felices se vieron, sin duda, fue la propia asistencia al concurso, ya que el público observador pudo disfrutar de la carne asada, “porque entre las reglas del juego estaba el ofrecer el producto final, por lo mismo subvencionamos la carne que cada participante dispuso para el evento”, explicó el timonel del municipio.

Entre los criterios de la elección del mejor asado el palo estuvo el sabor final, la cocción, ternura de la carne y color, entre otros. Se premió también el segundo lugar con 700 mil pesos, recayendo en Juan Pablo Ibarra, mientras que la tercera posición se llevó 500 mil pesos y se la adjudicó Julio Parra Delgado.

Esta actividad está inserta en el 459 aniversario de la ciudad de Osorno, festejo que continúa el sábado 25 con la presentación en concierto del gran Américo, en el estadio Parque Schott, con entrada absolutamente liberada, sin invitación.