Ni la lluvia ni el viento, ni el frio disminuyeron las ganas de quienes fueron convidados a celebrar el We Tripantu en la Escuela Rural del Sector de Quitra Quitra, lugar de fuego, en la Comuna de San Pablo. Este establecimiento educacional alberga a siete alumnos que junto a sus profesores, Adolfo Vidal Álvarez y la Educadora Tradicional Wilma Aguas, en compañía de algunas autoridades e invitados especiales, compartieron el significado de este Año Nuevo Mapuche. 

Los niños principales protagonistas mostraron orgullosos cómo se convive con la naturaleza, que vale la pena detenerse en la sabiduría de nuestros pueblos originarios, una cultura ancestral que en estos días pareciera mantiene la esperanza de que en esos parajes lejanos, de caminos pedregosos, sinuosos, hay un grupo de gente comprometidos más allá de lo que sucede en las grandes urbes que tiñen con decisiones políticas, la mayoría de las veces, el andar sincero y honesto que dejaron un día los sagrados ancestros.

La emoción no podía estar ausente cuando el corazón nos dice que ver y sentir a los niños cantar, recitar, bailar, tocar instrumentos, son el jardín que sueña  la Madre Tierra al entrar en  sus horas frio para que aguardemos los mejores renuevos, aquellos brotes que nos servirán de alimento y abrigo para mañana, un mañana al cual estamos invitados todos a rendir culto difundiendo  lugares como estos, con personas con vocación inconmensurable de servicio.

Ya es hora y el momento de reconocernos parte del todo, cada uno y una está plantado en esta Ñuke Mapu, un jardín sagrado como  los niños de esta escuela que nos invitó a cuidar y disfrutar esta naturaleza, con respeto, bondad y confiando siempre que es uno de los mejores regalos de la vida, sobretod  para quienes vivimos en este sur helado, misterioso y a la vez profundo.

Felicitaciones a cada miembro de esa comunidad escolar, apoderados y apoderadas,  a sus familias que con esmero prepararon alimento y ofrendas, no tengo dudas que toda la fe puesta en este  nuevo ciclo brotará, crecerá y florecerá para engrandecer aún más toda la hermosa labor que están haciendo.

¡Feliz Wetripantü!