“Que Osorno tenga una farmacia vecina con precios reales y no inflados ha sido un cambio de vida, pero he tenido problemas en los últimos días porque no estaba el medicamento que compro”, afirmó Adita Jara, de 65 años de edad.

Su experiencia es un ejemplo del problema que se está generando en dicha comuna y en gran parte de las ciudades que implementaron este sistema, situación que fue abordada el martes pasado en el concejo municipal.

La directora del departamento de Salud, Ximena Acuña, explicó a diario Austral de Osorno que hace poco más de un mes existe escasez de algunos medicamentos producto de las licitaciones de estos productos, donde el precio que paga el municipio no puede ser igual o superior a los valores que poseen las cadenas comerciales.

“Algunos laboratorios ponen uno o dos pesos de diferencia, lo que inmediatamente provoca que no podamos concretar la adquisición. Incluso, a los precios máximos que ya habíamos comprado en ocasiones anteriores fueron subidos en un peso, generando el problema en muchos medicamentos”, comentó la profesional.

De todas formas, Acuña aseguró que “el tema ya lo estamos solucionando” y que “quedará resuelto definitivamente con el nuevo local, ya que tendremos más espacio para bodegaje que cumpla todos los permisos sanitarios y todo lo que la ley nos exige para funcionar”.

La farmacia vecinal de Osorno fue inaugurada el 20 de junio de 2016 y funciona en calle Matta N°433, mientras que el nuevo edificio, que se encuentra en construcción en avenida Juan Mackenna frente a la Tercera Compañía de Bomberos, se prevé que esté listo en octubre próximo para ser abierto al público a fines de este año.