Independientemente de si el programa Tierra Adentro generaba ganancias o no para el canal que lo emitia, era uno de los pocos espacios que reflejaba el Chile que existe más allá de donde termina el asfalto de las ciudades.
Las "carretitas", los "bueyes", los "curantos" no son una postal o un resabio del atraso socio-económico del país que todos compartimos. Son una forma de ser, vivir y sentir de millones de chilenos que muchas veces pasan desapercibidos y que comportan su propia riqueza. No son seres exóticos lo que reflejaba ese programa, sino nuestra verdadera identidad cultural, aquella que a veces tratamos de desempolvar para las fiestas patrias creyendo que asi retomamos la chilenidad.
Por mucho que a los modernistas les moleste, con programa o sin programa, nuestra cultura verdadera, auténtica, sin disfraces, sin ritmos, instrumentos o conceptos importados continuará existiendo, y si ahora finalizó un programa, surgirán otros Paul Landon y otros espacios que rescatarán con más fuerza ese Chile que muchos pretenden ignorar.
Hace 50 años, se ignoró a Violeta Parra de la misma manera y se le ridiculizó y aisló por "no ser comercial". Ahora, muchos artistas extranjeros que visitan Chile, llegan cantando algunas de sus canciones.
la cultura popular siempre persiste - con dinero o sin dinero-, porque son el espejo que necesitan las sociedades para conocerse a si mismas.
Independientemente de si el
Independientemente de si el programa Tierra Adentro generaba ganancias o no para el canal que lo emitia, era uno de los pocos espacios que reflejaba el Chile que existe más allá de donde termina el asfalto de las ciudades.
Las "carretitas", los "bueyes", los "curantos" no son una postal o un resabio del atraso socio-económico del país que todos compartimos. Son una forma de ser, vivir y sentir de millones de chilenos que muchas veces pasan desapercibidos y que comportan su propia riqueza. No son seres exóticos lo que reflejaba ese programa, sino nuestra verdadera identidad cultural, aquella que a veces tratamos de desempolvar para las fiestas patrias creyendo que asi retomamos la chilenidad.
Por mucho que a los modernistas les moleste, con programa o sin programa, nuestra cultura verdadera, auténtica, sin disfraces, sin ritmos, instrumentos o conceptos importados continuará existiendo, y si ahora finalizó un programa, surgirán otros Paul Landon y otros espacios que rescatarán con más fuerza ese Chile que muchos pretenden ignorar.
Hace 50 años, se ignoró a Violeta Parra de la misma manera y se le ridiculizó y aisló por "no ser comercial". Ahora, muchos artistas extranjeros que visitan Chile, llegan cantando algunas de sus canciones.
la cultura popular siempre persiste - con dinero o sin dinero-, porque son el espejo que necesitan las sociedades para conocerse a si mismas.