Walter Rojas: de poeta a gran poeta

28 Agosto 2008
Es Walter Rojas un poeta en todo el sentido de la palabra. Iluminado en el uso del verbo, ágil en el ritmo de la frase, sin pausa, como el mismo movimiento del mundo que observa, y con cierto dejo de la poesía beat y la figura de Ginsberg.
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A punto de llegar a los años ochenta vivía en Arica un joven moreno, delgado y silencioso… con los desconocidos. Pero quienes conocían a Walter Rojas Álvarez sabían que en él había un hombre de exquisito talento y gran inteligencia. Y lo de silencioso moría frente a quienes quisieran escucharlo.
Hábil hablante, manejaba a Platón como si fuese su amigo. Con muchos otros filósofos y poetas Walter se sentía en su ambiente. Hablar de Pablo de Rokha le emocionaba.Había nacido en Tocopilla.
Walter ya había escrito poemas. Y antes que llegaran los años ochenta ya se empezaban a publicar en la revista “Palabra Escrita”, en otros medios. Después aparecerían en la revista “Extramuros” y otras.
Su poesía sería antologada –años después- por Luis Araya Novoa, Mayo Muñoz y otros.
Cuando el poeta recibió su título profesional se fue de Arica. Anduvo por el centro y sur del país. Allí publicarían sus libros Ediciones LAR (de Omar Lara) y las Ediciones de la Quinta (Intendencia de Valparaíso).
Ya el poeta ha sumado varias distinciones.
Pero Walter Rojas Álvarez no era un poeta para quedarse entre muchos. Era un valor para separarse de esos muchos.
Con su trabajo TODA HISTORIA ES REDONDA COMO LA TIERRA… lo está consiguiendo. El trabajo lo divide el aeda en “tres escenas”, como las llama. Es un texto que no para, que da luces a cada instante, que vislumbra con una belleza que no se toca, que muestra el verbo a cada segundo.

Realmente un gran poema.
La primera, y más extensa de las “tres escenas”, es de una alta belleza y magnífico logro. Allí aflora lo político, lo cultural, lo sexual, la droga, la violencia, la hipocresía, entre tantos otros mundos de los que Walter Rojas nos quiere decir algo.
Leamos algo de este gran poema: “el obsceno pájaro de la noche donde el cholo se lanza feroz meada toda en nombre de la poesía toda”…:”el mismísimo patas negras del nefatlí reyes pero como en alicia en el país de la antipoesía”… “atractivos incendios al patrimonio cultural de la demagogia”…”AMO EL AMOR SIN CALZÓN DE LAS NIÑAS QUE BESAN Y SE VAN”.
Opera la poética de Rojas desde un ángulo que nos recuerda algo a los poetas beat y en especial a su figura central, Ginsberg. Sin embargo la maestría de nuestro bardo configura su propia cosmovisión y su verbo rico, bien hablado, bien construido, deleita.
En la “segunda escena” la construcción del texto es similar. Nada con la gramática dice el poeta, para dar, en la “tercera escena”, un golpe bajo al lector: volver a la “normalidad gramatical”. Un texto de cuatro versos, perfectamente ordenados en el sentido tradicional. El poeta ha pasado de un lado a otro sin que lo supusiéramos. Una sorpresa. Definitivamente Walter Rojas Álvarez ha entrado a los mejores espacios de la poesía chilena actual.
Es un hablante lírico que busca y ha conseguido un texto que se acerca a lo grandioso.
Extraordinario: Walter Rojas ya era una figura importante de la poesía de todo el norte chileno y ahora entra a ser una figura a nivel nacional.