El casi mítico vertedero Curaco, ubicado a 6 kilómetros de la ciudad por el camino a la costa, se encuentra próximo a sufrir una transformación de nivel internacional. Desde mediados de este año comenzará a ejecutarse el proyecto denominado “Manejo Sustentable de Residuos Sólidos”, que comprende la instalación de tres rellenos sanitarios en las provincias de Valdivia, Osorno y Llanquihue.

Más de 20 mil millones de pesos costará la gracia, claro que los pondrá el banco Alemán KFW, a modo de crédito. Esta es una iniciativa piloto de interés nacional que contribuirá a mejorar sustancialmente la situación sanitaria y ambiental en estas provincias.

En Osorno, el actual basural, que recibe todos los desechos de la ciudad y que desde hace tiempo está con su vida útil terminada, será reemplazado por uno de estos rellenos, para el cual se destinarán cerca de cien hectáreas, que deberían empezar a recibir basura a finales del año próximo, estimándosele una vida útil de 20 años. Así lo indicó Michael Eilbrecht, alemán representante de GOPA, entidad encargada de difundir el proyecto.

El futuro recinto contará con una barrera geológica que permitirá analizar el tipo de terreno a utilizar, además de un sistema de drenaje para los percollados, cañería de lixiviado, colector para aguas superficial, un sistema de conducción de gases, cañería de gas de relleno y control de aguas subterráneas, entre otros adelantos, que obviamente no posee el actual vertedero de nuestra comuna.

Sin embargo, la intensión es que el relleno sea usado de forma lenta, por lo que se insta a la ciudadanía a practicar medidas de reciclaje de sus desechos. Según esto, se contempla la implementación de medidas de reutilización de la basura, principalmente de plásticos y residuos biológicos. Esto últimos, más del 60 por ciento, serán transformados en compos, más conocido como abono. En el caso de los plásticos, Eilbrecht señaló que existe la posibilidad de empezar su exportación a China, que requiere el material para su industria.

Sin embargo, tanta maravilla tiene sus costos, pues según indicó el germano, la ciudadanía debería empezar a pagar los servicios de aseo. Al respecto, se mostró sorprendido por el porcentaje de osorninos que no cancela dinero en esta materia (alrededor del 80 por ciento), cuestión que no pasa en los países europeos. Por lo mismo, señaló que está situación debiera cambiar con la instalación del relleno sanitario, pues es parte de las políticas complementarias al proyecto un mejoramiento en torno a la tarificación y cobranza.

En todo caso, frente a esto último, cabe señalar que en los países europeos las condiciones económicas con muy distintas a las de nuestra nación, donde existe una gran brecha social entre ricos y pobres, por lo que antes de replicar modelos europeos, se debiera ver quiénes realmente están en condiciones de pagar semejantes adelantos.