Todos a comer mariscos cocidos en Semana Santa

Todos a comer mariscos cocidos en Semana Santa

19 Marzo 2008
Autoridades fiscalizaron pescadería en Feria Rahue. Llamaron a comprar con tranquilidad en el recito, pues todos los locales están en regla, pero no a comer mariscos crudos. Sepa cómo saber si los productos que le venden están frescos.
Dennys Salazar >
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La Semana santa ya llega y con ella la tradicional abstención de comer carnes rojas durante los tres días que dura, o al menos el viernes santo. Por lo mismo, ya se ha hecho costumbre comer pescados y mariscos a destajo en estas fechas, pero cuidado, no hay que comerlos crudos, pues si lo hace más de alguna enfermedad puede contraer, sobre todo el vibrión parahemolítico, que aún ronda en nuestras costas.
Para fiscalizar la venta de lo productos del mar, autoridades provinciales y regionales concurrieron hoy a la Feria Rahue, donde revisaron que todas las pescaderías estuvieran comercializando pescados y mariscos de acuerdo a las normas que exigen los diversos servicios públicos involucrados. Así, concurrieron el Gobernador Provincial Bernardo Candia, la Secretaria Regional Ministerial (SEREMI) Marcela Alvial y Timoschenko Giliberto de la Autoridad Sanitaria.

La SEREMI indicó que se verificó principalmente el lugar de origen de los productos, a través de las guías de despacho y las tarjetas que cada cargamento trae. “Así hemos podido comprobar que vienen desde el Seno del Reloncavi, lugar autorizado por la Autoridad Sanitaria que se encuentra libre de marea roja, pero no del vibrión parahemolítico. Por eso hay que comer todos los mariscos cocidos, lavar bien los utensilios usados al cocinar y, en general, todas las medidas de higiene informadas por el Ministerio de Salud”, subrayó, destacando que si bien no existe registro de contagio durante Semana Santa en la zona, no hay que confiarse por que en el verano pasado muchos sufrieron las consecuencia de comer mariscos crudos.

Por otra parte, Candia sostuvo que la Gobernación se encuentra en coordinación con la Autoridad Sanitaria y Carabineros para realizar una exhaustiva fiscalización durante los días de mayor demanda de los productos marinos, con el fin de garantizar a la población que tengan origen claro y evitar de esta manera el comercio ilegal. “A quien se sorprenda en esto, puede ser castigado con multas bastante altas”, indicó.

Timoschenko Giliberto, llamó a comprar con tranquilidad en recintos como las Ferias Rahue y Pedro Aguirre Cerda, así como en los supermercados de la ciudad, pues ya han sido fiscalizados y se puede dar fe que responden a los requerimientos exigidos. Así mismo llamó la población a no comprar en la calle ni a camionetas que pasen vendiendo, pues no existen permisos para el comercio ambulante de pescados y mariscos, sólo aquellos lugares nombrados más arriba.

Finalmente, aconsejó a los clientes que, “a la hora de comprar mariscos se fijen en su frescura, que no tenga mal olor y que además, al darle un pequeño golpe en su concha se cierren o realicen algún movimiento, pues eso es señal de que están vivos y que no se encuentran proceso de descomposición. En el caso de los pescados, estos deben presentar las agallas o branquias rojas, nunca oscuras o de otro color, así como los ojos brillantes y la piel elástica, o sea que al aplastarla un poco ésta regrese inmediatamente a su lugar”.

Muy bien, ahora que las autoridades han dicho que en la Feria Rahue se puede comprar tranquilamente, hay que ver los precios, que en líneas generales no han subido tanto, en promedio unos doscientos pesos por kilo más que en temporada normal. O sea que si antes la merluza o el salmón estaban entre 1700 ó 1800 pesos, ahora se les puede encontrar a dos lukitas. Lo mismo con los mariscos, que están alrededor de 700 pesos el kilo habiendo incluso algunos locatarios que ofrecen tres kilos por dos mil pesos. Lo único malo es que los limones, fieles amigos de los productos marinos, están con su valor por las nubes, registrándose precios sobre los 1400 pesos. Así es que en esta Semana Santa, si se quiere comer rico, no queda otra que soltar el billete.


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