Los 140 años de vida fueron celebrados en grande por los sanpablinos. Y es que la localidad, distante a unos 20 minutos al norte de Osorno, ha impulsado de manera creciente el ya reconocido Festival de la Cereza.
La versión número XI del certamen concluyó ayer con balances positivos. Las noches del viernes y sábado era casi imposible encontrar estacionamiento en alguna de las calles de San Pablo. Y es que asistentes provenientes en su mayoría de diversos sectores rurales aledaños, además de Osorno y la Región, se volcaron en masa a presenciar las actividades organizadas para esta ocasión.
Ferias artesanales, espectáculos nocturnos y actividades recreativas fueron parte de la programación que pudieron disfrutar las personas que asistieron desde el 1 de febrero al Festival de la Cereza.
Fue la noche del viernes, en la plaza de San Pablo, cuando el humorita Claudio Reyes, con su personaje "Charly Badulaque", soltó las carcajadas del público. Y fueron el Grupo Alegría, además de Antonio Ríos, los encargados de hacer bailar a todos con sus pegajosos ritmos populares.
En tanto, ayer fue el turno de subir al escenario del cantante chileno Marío Guerrero. Sin duda que se trata de un evento que año a año suma adeptos. Tal era el entusiasmo que se habilitaron buses desde nuestra ciudad, a la vecina localidad, para facilitar la movilización de los entusiastas asistentes. Así, se transforma en una de las actividades más importantes de la Provincia de Osorno durante la temporada de verano.