Proselitismo político: lo que aún queda...

30 Enero 2008
Una práctica arraigada hace mucho tiempo, que nadie desconoce, es el uso de fondos públicos para fines electorales. Este año el Gobierno intentará dar el ejemplo para que ésta llegue a su fin.
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Proselitismo: El término proviene del latín eclesiástico prosélytus, que a su vez proviene del griego prosêlütos, ‘nuevo venido (en un país extranjero)’, y por extensión ‘nuevo venido (en una religión)’. Así, en sus orígenes, el término estaba ligado a la conversión sólo de manera secundaria.
Proselitismo Político: Es aquel que se dedica a la ganancia de adeptos para alguna causa política, como una elección, una rebelión, o cualquier otro tipo de movimiento político.
Una vez aclarado el término, que mucha gente desconoce, comencemos.
Leía no hace mucho un artículo del diario “La Tercera” en el cual la subsecretaria de Desarrollo de la Sexta Región, Claudia Serrano, enfatizaba que este año de elecciones, el gobierno buscará dar garantías de transparencia en todas sus acciones. Serrano criticó el hecho que el año pasado en la Región de la Araucanía se haya privilegiado con recursos a alcaldes de la Concertación. "Es una decisión que no comparto, me parece poco correcta, pero es el consejo regional quien debe dar esa cuenta, no el ministerio del Interior ni la Subdere".
Hagamos algo de memoria. El año pasado, en el marco de la tramitación de la ley de Presupuesto 2008, el Senado aprobó una indicación presentada por los senadores Jovino Novoa (UDI) y José García (RN) que limita y castiga la intervención electoral del gobierno. Con ello, se buscaba mostrar una “señal contra la corrupción” y, de paso acotar las responsabilidades políticas de intervensionismo electoral de las autoridades de gobierno. La medida, propuesta por la Alianza, fue una respuesta a los casos de desviaciones de fondos públicos a campañas electorales y enriquecimiento ilícito, que se presentaron en casos como el de Ferrocarriles del Estado, Chile Deportes y el Programa de Generación de Empleos, entre los mas bullados y criticados el año pasado. Hechos que dejaron en tela de juicio la probidad de los funcionarios de gobierno, y de paso volvía a desprestigiar a la clase política frente a la opinión pública.
Uno de los puntos criticados por la concertación fue el que sancionaba también “de la misma manera la participación de todo funcionario público de exclusiva confianza del Presidente en actividades de proselitismo y promoción de candidatos". A Juicio de Senadores de la concertación, ello significaba “una norma penal blanca que servirá para socavar los derechos ciudadanos que tienen todas las personas para desarrollar actividades políticas fuera de sus horarios de trabajo”. Sin embargo la Alianza, junto con el ahora ex DC Adolfo Zaldívar, recalcaban el hecho que esta medidas apuntaban al “corazón del régimen democrático” y es una “señal contra la corrupción que no sólo afecta a los candidatos de la oposición sino también al interior de las propias coaliciones”.
A un mes de aprobada la disposición, un grupo de 32 diputados de la Concertación presentaron un requerimiento ante el Tribunal Constituciónal para impugnar la norma, la cual no prosperó.
Personalmente, creo que esta disposición contenida dentro de a ley de Presupuesto 2008 le hace bien al país. Muchas veces escuchaba a ministros, subsecretarios, etc, que cuando rendían cuantas o se dirigían a la ciudadanía, pareciera que estuviesen publicitando su partido, olvidando que ellos pertenecen al Estado y son funcionarios públicos, con vocación de servicio a la ciudadanía. Los tristes casos de Chiledeportes, Ferrocarriles del Estado (citados más arriba), y el famoso caso MOP- Gate, en el cual la jueza Gloria Ana Chevesich fue incluso violentada, y en el cual se llegó hasta citar a un ex presidente de la República a declarar, como ex director de Obras Públicas, Ricardo Lagos Escobar, no hacían más que cubrir en un manto de dudas los métodos ocupados por funcionarios de Estado para financiar sus campañas y enriquecerse de forma ilícita, y que ningún organismo regulara los recursos que manejaba el Estado. Eso ha cambiado con el tiempo, los políticos deben rendir cuenta de todos sus gastos de campaña, y gracias a esta nueva disposición, se castigará a quien ocupe recursos en forma indebida. Por mi parte, veo esperanzado en este aspecto el quehacer político del año que recién empieza, y ayude a la política a lavar su “manchada” imagen que presenta frente a una gran parte de la ciudadanía.
¿Será este año el “fin del proselitismo político”? Sólo el tiempo lo dirá, y la prueba de fuego serán las próximas elecciones municipales.
Escrito por Cristian Valderrama
El Rancahuaso